Reino Unido fue el primer país que Amazon sobrevoló para realizar un envío con drone. Ahora el experimento lo concluye en Estados Unidos la red de tiendas 7-Eleven. Este comercio de abastecimiento ha entregado 77 pedidos a clientes que viven a menos de 2 kilómetros del establecimiento. Todo ello de la mano de un drone.
El proyecto piloto, que pese a no ser el primero si está entre los más avanzados, ha sido realizado con la colaboración de la empresa Flirtey. La ubicación, Reno en Nevada, una población de más de 200.000 ciudadanos con importantes retos en el transporte y envío de pedidos.
El vuelo, similar al que podemos ver en el vídeo corporativo, evidencia la facilidad y comodidad que puede representar este tipo de entregas.
La principal barrera, la legislación
Hace tres años que Amazon presentó el primer proyecto en el que incluía un dron en su infraestructura logística. Desde entonces, otros como Google, Facebook o Walmart han visto el filón de negocio que puede haber por esta vía. Una realidad que ha hecho avanzar el mercado donde muchos fabricantes se han apuntado a la oportunidad.
Sin embargo, la legislación no ha avanzado tan rápido. En España solo se pueden volar drones que pesen menos de dos kilos. A partir de este peso es necesario una licencia de vuelo que solo se puede conseguir cumpliendo ciertos requisitos muy concretos. En otros países como Reino Unido o Estados Unidos las normativas van un poco más avanzadas permitiendo pequeños pilotos como los que hemos visto.
Aún así el sector está impulsando la apertura. Asociaciones como la recientemente creada Droneiberia o el empuje de estas grandes corporaciones están acelerando el proceso de adopción. No obstante, todavía hay muchas dudas en el aire: cómo se entregarán pedidos en pisos, afectará al tráfico aéreo…
