La flota de Amazon, arrendada a Atlas Air y ATSG, coge vuelo. El gigante de las ventas on-line ya ha realizado el primer vuelo para agilizar los envíos en estas fechas navideñas de consumo en picos. El avión ha despegado de la ciudad de Nueva York para aterrizar 90 minutos después en el aeropuerto internacional de Lehigh Valley.
El vuelo ha partido con una carga ligera pero voluminosa. De hecho, es justo el objetivo de la compañía de Jeff Bezos; aprovisionar mucho volumen pero con poco peso para maximizar la relación entre costes e ingresos.
Reubicando los vuelos a aeropuertos pequeños pero cercanos a almacenes también consiguen ganar en eficiencia. Esto es justo lo que pretende Amazon con el impulso de los aviones propios que ya han realizado otros viajes entre Washington y California o Stockton y Wilmington (Ohio). Concretamente, ha volado a, por lo menos, 10 aeropuertos cercanos a sus infraestructuras logísticas en tierra.
Este avión es solo uno de los 40 que Amazon ha alquilado para depender menos de proveedores como FedEX o UPS. Una estrategia encaminada a la autogestión de su logística para evitar intermediarios y conseguir controlar todo el proceso. Una estrategia que no ha sido valorada por los operadores logísticos pero que en cualquier caso a largo plazo les puede hacer mucho daño.
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