En un clima de declive entorno al PC, Intel demuestra que se puede seguir creciendo. La subida del 12% de su división client computing en sus últimos resultados trimestrales no es ni de lejos la subida más elevada pero demuestra que este nicho sigue todavía muy vivo y presente. Todavía el 55% de la facturación proviene de esta vía.
Las cifras correspondientes al segundo trimestre de 2017 hablan de unos ingresos globales de 14.760 millones de dólares, excluyendo aquí al área de seguridad de Intel Security. Una cifra, un 9% superior en su tasa interanual y ligeramente más alta de la prevista por los analistas. Los beneficios se quedaron en 3.800 millones de dólares, un 190% más si lo comparamos con el mismo ejercicio de 2016.
Aunque la división de ordenadores fue la más caudalosa con un volumen de 8.200 millones de dólares, los crecimientos en el área de centro de datos e IoT son mucho más significativos. La unidad de data center generó unos ingresos de 4.400 millones de dólares con una subida del 9% mientras que Internet de las cosas añadió 720 millones pero con unos incrementos del 26% respecto al año anterior.
El negocio de IoT creció un 26%
Sin embargo, los números no son tan buenos en todas las áreas. El grupo de soluciones programables, donde se engloba nuevas adquisiciones como Altera dirigidas a impulsar el negocio de inteligencia artificial, generó un 5% menos de negocios alcanzando los 440 millones de dólares.
Los resultados le han dado alas a Brian Krzanich, CEO de la corporación para proclamar que este será un nuevo año récord. Un año en el que espera que el PC siga resucitando aspirando a conseguir unos ingresos totales de 61.300 millones de dólares con una ganancia de 3 dólares por acción, un 15% más que en anteriores pronósticos.
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