La conocida firma DRAMeXchange, dedicada al análisis de mercado de todo lo relacionado con la memoria DRAM, ha confirmado que esperan un crecimiento del 19,6% en la capacidad productiva de dicho componente para 2018, una cifra que resulta positiva pero tiene un lado negativo que vamos a analizar.
Como sabemos la memoria DRAM atraviesa una etapa complicada por la alta demanda y el bajo nivel de suministro. Los fabricantes son incapaces de cubrirla plenamente y al mismo tiempo debemos tener en cuenta que algunos están desviando su capacidad productiva para fabricar otros componentes como memoria NAND Flash, un movimiento que ha generado una escasez todavía mayor.
Con esto en mente podemos entender mejor por qué un incremento del 19,6% en la capacidad productiva de memoria DRAM es una buena noticia a medias, y DigiTimes confirma nuestros temores.
Ese incremento es simplemente insuficiente para lidiar con la elevada demanda que vive actualmente el mercado y que en parte se está manteniendo por los propios fabricantes. Según indica dicha fuente éstos han ralentizado el ritmo de expansión de su capacidad productiva, y todo con el objetivo de mantener los precios estables.
Esto quiere decir que aunque incrementarán la producción de memoria DRAM para evitar que la escasez se agrave ante la creciente demanda de dicho componente no lo harán a toda máquina, ya que con ello podrían acabar generando un exceso de suministro que afectaría en gran medida a los precios y podría resultar muy perjudicial para ellos.
Su postura se puede entender en parte, ya que para incrementar capacidad productiva necesitan construir nuevas fábricas. Esto implica una inversión importante, y si los precios de la DRAM bajan de forma desmedida no podrán rentabilizarla.
