Bitcoin como opción de pago en el canal, ¿es una buena idea?

Las criptodivisas han marcado una auténtica revolución en el sector tecnológico, y lo han hecho a un nivel que nadie se habría podido imaginar hace unos años. No hay duda de que a día de hoy Bitcoin es la más conocida, la más popular y la más valiosa, ¿pero podría llegar a ser una opción de pago verdaderamente viable? ¿es una opción para las tiendas?

Son preguntas complejas que debemos valorar empezando desde el principio, es decir, entendiendo qué es Bitcoin, cómo funcionaría aplicada como opción de pago y qué ventajas y desventajas podría aportar a aquellas empresas que decidan apostar por ella.

Bitcoin, una sencilla radiografía

Cuando hablamos de Bitcoin estamos haciendo referencia a una moneda digital que carece de valor fijo y estable, es decir, que fluctúa constantemente en función de la oferta y la demanda, así como de las transacciones que se realicen con ella y también de las informaciones favorables o desfavorables.

En líneas generales tiene muchas cosas en común con los activos de bolsa ya que es muy variable, pero está totalmente descentralizado, no cuenta con el respaldo de ningún banco o gobierno y no ofrece ningún tipo de seguridad jurídica.

Sin embargo a diferencia de esos activos Bitcoin sirve como medio de pago directo y simple, es decir permite adquirir bienes y servicios determinados. En su momento llegó a disfrutar de una gran popularidad, tanto que fue adoptada por empresas tan importantes como Microsoft, Steam de Valve y Dell, aunque a día de hoy las tres le han dado la espalda.

¿Qué ha ocurrido exactamente? Una reflexión

Es una cuestión que nos ayudará a sacar los argumentos clave para valorar apropiadamente si Bitcoin realmente debe ser considerada como una opción de pago viable.

Tanto Microsoft como Steam y Dell empezaron a aceptar Bitcoin cuando la criptodivisa tenía un valor relativamente bajo (no había superado la barrera de los mil euros), y las transacciones y cambios a divisa normal (dólares) no eran tan caros como ahora.

En efecto, aceptar pagos con Bitcoin lleva asociado un coste concreto por la operación (como las comisiones de algunos bancos) y lo mismo ocurre con el cambio a moneda física (dólares o euros por ejemplo).

En su día Microsoft, Steam y Dell apostaron por Bitcoin; hoy le han dado la espalda

Ambas operaciones son un servicio y por tanto llevan asociado un coste, así que ninguna saldrá gratis. Pues bien, éste es uno de los principales problemas que planeta el Bitcoin como opción de pago, los costes de las comisiones, algo que ha llevado a muchos de los que decidieron apoyarla casi desde el principio a acabar dándole la espalda.

Pero esto no es todo, también debemos tener en cuenta que Bitcoin es un activo altamente volátil, lo que implica que las empresas que la acepten como opción de pago deben hacer una conversión a moneda física casi en el mismo instante para evitar que una caída repentina pueda reducir drásticamente su valor en segundos.

Esto supone un riesgo claro aunque al mismo tiempo tiene un lado positivo que ya vimos en este artículo aplicado al pago de salarios con Bitcoin, y es que puede verse como una inversión, ya que su valor también puede aumentar en un periodo muy corto de tiempo.

Por último hay otro detalle importante a tener en cuenta, y es la inseguridad que plantea Bitcoin. Como dijimos no cuenta con ningún tipo de respaldo, lo que significa que si se producen desastres como el de Mt. Gox los afectados podrían perder todo su dinero de forma irreversible.

¿Es buena idea entonces?

Aceptar Bitcoin como opción de pago tiene un lado positivo y es el tema de la inversión que hemos comentado. Sin embargo también presenta un riesgo muy alto, una inseguridad clara y al mismo tiempo implica unos costes que pueden acabar siendo contraproducentes.

Recientemente la propia Microsoft dijo que dejaba de aceptar Bitcoin por su inestabilidad y es comprensible. La criptodivisa subió en semanas desde los 12.000 hasta los 20.000 dólares para después hundirse por debajo de los 10.000 dólares, una montaña rusa que aplicada a pagos realizados en ese periodo podría traducirse en un fuerte varapalo para las empresas que no hicieran la conversión a moneda física antes de la caída.

La conclusión que podemos sacar de todo esto es clara; Bitcoin no es una buena opción como vía de pago en el canal por su alta volatilidad; su nula seguridad y sus altas comisiones.

Sí, puede que esté revolucionando el mundo y que al final se cumpla esa promesa de que cada Bitcoin valga un millón de dólares, quién sabe, pero esto no cambia su realidad a día de hoy, y esa es la que por pura sensatez debemos priorizar.

¿Y qué hay de las otras criptodivisas?

En líneas generales están sujetas a los mismos «peros» que el Bitcoin. Ethereum es uno de los mejores ejemplos, ya que dicha criptodivisa tuvo un pico mínimo que redujo su valor de los 300 dólares a los 10 centavos, un susto enorme que requirió de una intervención para evitar una venta masiva que pudo dejarla totalmente hundida.

Con criptodivisas menos populares que tienen valores inferiores y una estabilidad mayor (siempre dentro de la volatilidad inherente a este tipo de monedas digitales) el riesgo es menor, pero se mantiene los costes derivados de las comisiones y el peligro de perderlo todo en un segundo así que no, tampoco es una opción viable.

A título personal creo que lo único medianamente sensato a día de hoy si el canal quiere aprovechar la idea del pago en Bitcoin como inversión sería aceptarlo de forma parcial, es decir ofrecer por ejemplo la posibilidad de que el cliente pague entre un 75% y un 90% del precio con dinero real y el resto con dicha criptodivisa.

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