La prolífica DigiTimes recoge una nueva información apoyada por la cadena de suministros de Taiwán que confirma que el gigante de Cupertino arrancará la fase de producción de prueba de sus nuevos iPhone antes de terminar el segundo trimestre de este año.
Esto significa que la primera etapa de producción de los nuevos iPhone dará comienzo con una antelación razonable para poder identificar y solucionar cualquier tipo de problema que pudiera afectar en mayor medida a la etapa de producción en masa.
Los plazos son muy importantes y Apple no quiere que se vuelvan a repetir los problemas de suministro que tuvo el iPhone X en su lanzamiento, así que está haciendo «los deberes» para poder asegurar una buena partida de unidades de sus próximos smartphones desde el primer momento y evitar retrasos.
Según las últimas informaciones se comenta que los de la manzana podrían reducir sus pedidos de paneles OLED e incrementar los pedidos de paneles IPS, una apuesta que las fuentes justifican en la «floja» acogida que ha tenido el iPhone X y en el apego que sienten los consumidores por los modelos con pantalla IPS.
Todavía no ha cifras oficiales así que es imposible concretar nada. Con todo los analistas dan por hecho que Apple no prescindirá de las pantallas IPS y que entre los nuevos iPhone de 2018 habrá dos modelos con pantallas OLED (de 5,85 pulgadas y 6,4 pulgadas) y otro de 6,1 pulgadas con pantalla IPS.
Los dos primeros serán los modelos premium con mejores especificaciones y mayor precio, mientras que el segundo ocupará una posición estratégica en el nuevo portafolio de Apple como «tope de gama asequible».
