A menudo solo nos centramos en las grandes corporaciones y start-ups norteamericanas y asiáticas que dominan el panorama tecnología. Sin embargo, muchas veces no somos conscientes del talento que hay en España orbitando. Un valor alrededor del open source que es justo lo que nos detalla Luis Flores, CEO de Opensistemas.
Hace 15 años, Luis Flores y Fernando Monera se juntaron para crear una empresa basada en productos y servicios open source, una tecnología que en aquellos tiempos estaba infravalorada, e incluso, vetada en algunas grandes compañías. El germen ha dado lugar a una compañía de casi 200 empleados que en la actualidad está más enfocada en los datos, «en aportar valor a la información que está en todas partes y que pueden ayudar a mejorar el negocio».
Partiendo de esa base, Opensistemas divide su negocio en dos vertientes: por un lado, el desarrollo de productos para diferentes vertientes como fintech, educación o administración publica basados en software abierto. Por otro, la compañía se dedica a la implementación e integración de proyectos con soluciones relacionadas con la información: procesamiento, analítica, visualización o integración cloud. Esta doble estrategia le ha llevado a crecer por encima del 50% en los últimos 3 años.
Esta aproximación le ha llevado a estar en grandes proyectos con la Agencia Tributaria, BBVA, Santander o Panda. Un territorio donde las empresas «están en momento crítico y de oportunidad para explotar el enfoque de los datos. Algo de lo que son conscientes pero que no siempre pueden abordar por las limitaciones propias que dependen de la idiosincrasia de cada empresa», matizaba el CEO.
Pero Opensistemas no es ajeno al mundo de las pymes donde explorar nichos muy específicos con productos ni a los mercados internacionales. En este sentido, cuenta con productos como RobinTradingHub que vende en Japón, Reino Unido o Alemania. «A fecha de hoy no tenemos oficina fuera de España pero el año que viene podríamos abrir en Europa y América», vaticinaba el responsable.
Sin embargo, en el camino de Opensistemas todavía hay muchos retos por delante: «desafíos geográficos, de negocio y de comunicación porque no es fácil trasladar todo el potencial innovador que tenemos a los clientes y enseñarles todo lo que se puede conseguir con la explotación de los datos».
Proceso de abstracción progresiva
Esto que dicho así puede sonar muy grandilocuente e incomprensible viene a demostrar una realidad que se palpa día a día en la tecnología. Luis Flores nos lo explicaba:
Cada día hablamos menos de hardware y las empresas se preocupan más por conceptos más abstractos como la información o la Inteligencia Artificial. Eso nos lleva a un proceso de abstracción progresiva de la tecnología».
Justo esta tendencia hace que el responsable nos comentará que los proyectos cada día están más centrados en conocer a los clientes y asesorarles según sus gustos, aprovechar la información para mejorar los rendimientos o pronosticar procesos electorales.
Sin embargo, estamos en un momento en el que hay un lucha generacional dentro de las compañías con dos aproximaciones; la del continuinismo y la de la innovación. «Lo vemos cada día en las grandes compañías: una confrontación entre los que tienen la responsabilidad de que todo funcione y aquellos que quieren acercarse a los nuevos clientes y modelos», apuntaba Luis Flores.
«Comienza una fase de intentar sacar brillo a los datos»
En este punto estamos en un momento en el que «sí se están haciendo análisis y pruebas de cómo integrar soluciones de predicción de datos pero es algo incipiente». De este modo se ha pasado de poner el foco en la infraestructura a «centrarse en intentar sacar más brillo a la información para mejorar procesos de negocio».
Aunque esta fase de explotación de datos está comenzando, el directivo aseguraba que «conceptos que estamos manejando hoy como novedosos ya se conocían hace años. Sin embargo, en aquella época la computación y la tecnología no estaba preparada para llegar tan lejos. Ahora estamos preparados y se pueden aplicar a muchos casos. Justo ahí es donde está el reto; en saber cómo se puede usar».
