El coche conectado es una de las siguientes revoluciones que se esperan dentro del mundo de la tecnología. En la carrera por ser los mejores en dotar a los vehículos de servicios de ocio, seguridad o experiencia mejorada hace mucho tiempo que está Microsoft. Una figura que por si sola no sería capaz de llegar a donde quiere llegar.
Se espera que para 2030 el negocio de la automoción genere unos 6.600 billones (millones de millones) de dólares, según datos de la consultora McKinsey & Company. El 25% de estos ingresos llegarán por servicios y modelos disruptivos donde la innovación y tecnología tendrán un papel esencial. Y es ahí donde los de Redmond quieren estar.
Microsoft lleva tiempo centrando esfuerzos en la automoción. Nada nuevo. Sin embargo, es consciente de que la cooperación con otros agentes de la industria es esencial para proponer una oferta de servicios de movilidad completa.
En este sentido, su estrategia está marcada por tres puntos: la colaboración con otras figuras, el compromiso de monetizar los datos de los consumidores y el apoyo a las compañías de automoción para crear un ecosistema de experiencias únicas.
Plataforma de coche conectado de Microsoft, eje de todo
Centralizando la estrategia alrededor del coche conectado de Microsoft nos encontramos con Microsoft Connected Vehicle Platform (MCVP). Esta plataforma actúa de pegamento para la comunidad que quiere utilizar la tecnología de la casa para el desarrollo de productos y soluciones en el nicho de la automoción.
Los últimos en unirse a este universo de partners son LG con su plataforma webOS compatible con Microsoft; Faurecia que está creando servicios personalizados; y Cubic Telecom, centrado en la creación de software de gestión de conectividad. Estos partners fueron presentados durante el salón del automóvil de Frankfurt en el que participó la corporación.
Además, Microsoft lleva tiempo colaborando con Volkswagen o Renault-Nissan-Mitsubishi para integrar su tecnología en los vehículos de estas casas de automoción.
