Intel prevé vender 30 millones de procesadores para tablets el próximo año, un 10 por ciento del total del segmento de la tableta electrónica.
Un objetivo ambicioso aunque quede muy lejos de la cuota de mercado que un gigante como Intel tiene en mercados como en de servidores u ordenadores personales.
Y es que el dominio de ARM en el segmento de la movilidad con fabricantes detrás como Qualcomm, MediaTek, Rockchip, Allwinner Technology o Nvidia es apabullante y las previsiones iniciales de Intel incluso han sido rebajadas según fuentes de la cadena de abastecimiento en Taiwán.
La nueva generación de chips Bay Trail-T van a ser claves en la estrategia de recuperar mercado en 2014. Nuevos Atom de cuádruple núcleo servidos en varios modelos (Z3770, Z3770D, Z3740 y Z3740D), trabajando a frecuencias por encima de los 2 GHz, con soporte para Windows 8 y Android y con un consumo muy contenido que se acerca a lo que ofrece ARM.
Otro aspecto fundamental, el precio, también ha bajado gracias a la subvención que está ofreciendo Intel a los OEM. Algunos medios hablan que el asalto al mercado del tablet va a costar 1.000 millones de dólares a Intel. No está claro que la firma pueda recuperar la inversión pero no queda otra, un gigante de este calibre no puede perder más terreno en movilidad, el sector que más crece en la computación mundial.
