Llevamos mucho tiempo hablando de interconectar objetos, de cómo cambiará esto el mundo y cuál será el futuro que se nos presenta. Sin embargo, en pocas ocasiones nos damos cuentas que detrás de toda esta actividad que generará el Internet de las cosas hay retos claves; el almacenamiento de datos, la gestión y, sobre todo, la seguridad.
Un informe elaborado por HP del que se hace eco PCR nos alerta precisamente de este punto. Internet de las cosas puede ser un gran foco de actuación para los cibercriminales que ven con ojos acaramelados como las conexiones se multiplican y la información se expande. Unos datos que, en el 90% de los casos, son personales.
El fabricante tiene claro que el 80% de los dispositivos conectados a Internet de las cosas tendrán o ya tienen problemas de seguridad relacionados con la privacidad. Un porcentaje que también habla de sistemas sin clave o con procesos sin complejidad para cualquier «malo de la Red».
Además, el 60% de los dispositivos analizados no cuenta con sistemas de encriptación lo que hace más que sencillo entrar, robar o cambiar los datos del usuario. Información que puede ser la cuenta bancaria para hacer la compra desde la nevera o las fotografías de los niños que llevamos en el coche.
Seguridad, un valor a ofrecer
Aunque todavía no hemos visto la explosión esperada del Internet de las cosas, el futuro lo tiene claro. Durante este año se espera la verdadera explosión. Para 2020 se alcanzarán los 26.000 millones de dispositivos conectados, liderados por sectores como la automoción, la domótica o las redes corporativas.
Tanto el consumo como el entorno profesional podrán aprovechar las ventajas de esta nueva era. Una época en la que se abrirán muchos frente de actuación y donde la seguridad será un reto fundamental. Un aspecto vital en consumo pero mucho más en el ámbito empresarial donde los datos pueden ser mucho más delicados.
En este panorama, los socios o proveedores de tecnología deben tener claro que ofrecer o integrar una solución para conectar dispositivo debe contar con todos los requisitos básicos y avanzados para que ningún cibercriminal entre. Y ¿Cómo hacerlo? Siempre de la mano de tecnología y aliados que tengan la seguridad por bandera.
