Microsoft ha detectado varias licencias ilegales de Windows 7 y Office 2010. Viendo los casos de piratería, que llegan hasta el gobierno de Estados Unidos, no es algo demasiado extraño. Sin embargo, lo curioso del caso es que las copias fueron detectadas dentro de una tienda de la operadora americana AT&T. Un hecho que pone a este agente de su canal de distribución en entredicho.
El caso, detectado por los forenses de Microsoft, se transformó en una demanda que el gigante interpuso por la activación de varias copias piratas del software desde una IP que pertenecía a los servicios de Internet de AT&T. De momento, la denuncia no ha llegado mucho más allá aunque Microsoft está en busca y captura de los verdaderos culpables dentro de la operadora.
La demanda llega poco después del optimismo con el que Satya Nadella, CEO de Microsoft, miraba las cifras de piratería. El máximo representante de la casa considera que el software no activado puede ser una herramienta de conversión:
«Siempre tenemos la opción freemium. A veces ese modelo se había convertido en piratería».
Y de hecho esa es la nueva estrategia de Microsoft. Ofrecer algunos de sus productos en una versión gratuita de prueba para que los usuarios entiendan el software y vean su utilidad. Posteriormente, para seguir trabajando con la herramienta será necesario pagar. Precisamente ahí es donde está el negocio tradicional.
