La confirmación de que la demanda del iPhone 6S y su hermano mayor en tamaño, 6S Plus, se está suavizando viene de la mano de los proveedores de Apple. Estos van a reducir la producción para evitar que el año comience con exceso de inventario.
Apple va a recortar la fabricación un 30% entre enero y marzo respecto a los planes iniciales, según comentan en Nikkei. La razón puede tener mucho que ver con unas ventas deslucidas de ambos modelos tanto en China como en Europa y Estados Unidos.
Aunque la idea es volver a la producción normal en el siguiente trimestre de abril a junio, el ajuste de producción no es una gran noticia para Apple. Un toque de atención para el negocio más vivo y rentable de la casa estadounidense en el que no terminan de cuajar los últimos modelos de septiembre.
La bajada de la demanda del iPhone 6S y 6S Plus responde a diferentes razones: por un lado, el alto precio de los terminales que el resto de fabricantes han aprovechado para potenciar sus opciones. Es el caso de marcas como BQ que se han posicionado con un smartphone que pocos dirían a primera vista que no parece un iPhone.
Otros como Huawei continúan en la batalla por conseguir tener el mejor smartphone calidad-precio. Y la idea va cuajando. Como segundo fabricante que más vende en España, la marca ha tirado de la gama alta a un precio ajustado para robar cuota.
