Los problemas de rotura de pantallas, incendio y explosión de baterías del Galaxy Note 7 que están reportando los usuarios han hecho reaccionar a Samsung. Pese a la buena acogida que estaba teniendo, el fabricante ha decidido retrasar los envíos para solventar estos graves fallos técnicos. Samsung espera vender 15 millones de Galaxy Note 7 hasta finales de año.
La última versión del phablet de Samsung llegó a países como Corea del Sur o México el pasado 19 de agosto. Desde entonces se han repetido las quejas sobre la calidad de sus materiales y los problemas que podemos ver en vídeos como este que circulan por la Red.
Con todo esto Samsung ha decidido frenar la salida comercial del Galaxy Note 7 en nuevos canales y países para pasar los controles de calidad pertinentes. Según Reuters, este hecho le hará perder en el mercado de valor unos 7.000 millones de dólares. Un duro varapalo para el líder del sector.
Samsung podría perder 7.000 millones de dólares en valor
El golpe, sobre todo, de imagen llega en un momento complicado para Samsung. Con Apple en su espalda y un segmento totalmente copado de nuevos fabricantes competitivos, los problemas del pasado año con la pantalla del Galaxy S6 unidos a estos del Galaxy Note 7 no son un buen síntoma para mantener el pódium de los smartphones.
No obstante, no todo son malas noticias. Por primera vez en tres años sus ingresos móviles se encaminan hacia el positivismo gracias a la buena acogida del Galaxy S7 y S7 Edge. Veremos si realmente remonta con este batacazo.
