Google espera acabar el año vendiendo entre 3 y 4 millones de sus nuevos Pixel, fabricados casi en secreto por HTC. Lo confirma un analista de Digitimes que apunta a que entre el 40% y 50% de las ventas del fabricante serán gracias a estos smartphones.
Es cierto que no es una cifra muy ambiciosa si la comparamos con los 40 millones de iPhone vendidos en el último trimestre o los 26 millones de Galaxy S7 de Samsung. Sin embargo, es una cantidad destacable que supera las previstas para la mayoría de fabricantes de marca blanca.
No obstante, lo más destacable es que HTC, detrás de la fabricación de los smartphones Pixel, tendrá que poner todos sus esfuerzos en esta producción. Un ímpetu que le deja poco margen de maniobra para sus propios modelos en vista de la importancia dada al proyecto en términos comerciales.
Las horas bajas de HTC
Google no mencionó en ningún momento a HTC durante la presentación de sus smartphones. De hecho, lejos de ser una alianza como lo fueron en los Nexus, el fabricante se convierte en esta ocasión en una marca blanca sobre la que Google fabrica. El hecho avanza una estrategia en la que de paso los de Mountain View pueden aniquilar un competidor.
Es bien conocido que HTC no vive su mejor momento. Pese a haber sido una de las marcas referencias hace poco más de cinco años, la dureza y competencia del sector móvil ir cayendo en ventas. Ni sus últimos modelos ni sus pequeños destellos han conseguido resurgir su gran negocio.
Quizás por ello, la única salida actual de HTC para sostener cifras de negocio móvil es relegarse a ser un fabricante de marca blanca. Utilizar su infraestructura de fabricación para dar soporte a otros que se llevarán los galones. Un papel de proveedor que, por otro lado, le permitirá enfocar su estrategia en otros campos donde si cosecha éxitos como el de la realidad virtual.
