Basada en el cloud de Microsoft Azure, la plataforma de coches conectados de Microsoft se estrena con la alianza Renault-Nissan. Los de Redmond cuentan así con el primer cliente para su conglomerado de servicios destinados a impulsar el IoT. Un paquete destinado a los fabricantes de automoción y con el que reta a Apple o Google, entre otros.
La plataforma, que como han anunciado en el CES estará disponible en modo de prueba durante este año, recoge datos mediante los sensores que ayudan a los fabricantes a desarrollar servicios basados en Cortana, Office o Skype. Así, los conductores podrán extender su experiencia con los servicios de Microsoft más allá del PC, tablet o smartphone.
Por el momento, no se sabe cuántos vehículos de la casa contarán con este sistema pero si es oficial que Nissan lanzará 10 modelos con conducción autónoma antes de 2020. No obstante, esto no significa que todos vayan a incluir la plataforma de Microsoft.
La estrategia de Microsoft se separa claramente de la de Google que ya cuenta con su propio coche y de la de Apple que parecía apuntar en la misma dirección. Peggy Johnson, directora de desarrollo de negocio de Microsoft lo matizaba: «no estamos creando nuestro propio coche autónomo pero podemos ser un elemento importante con el suministro de esta plataforma». Un nuevo rumbo puesto después de que hace tres años el gigante perdiera a Ford como cliente.
La relación entre gigantes tecnológicos y fabricantes de automoción cada vez es más estrecha. El CES lo continua confirmando con alianzas como la de NVIDIA y Mercedes y viendo más y más anuncios relacionados con la automoción. Un sector que nadie, ni la hundida BlackBerry, se quiere perder y donde se concentra el interés tecnológico.
