Los resultados trimestrales de Lenovo han dejado la cuenta tiritando. Unas pérdidas de 72 millones de dólares frente a unos ingresos de 10.000 millones para el periodo que va de abril a junio. El declive del mercado PC no le ha ayudado a mantener cifras que solo han sido positivas en el apartado de centro de datos y movilidad.
El trimestre pasado Lenovo perdió el título de mayor fabricante de PCs por unidades vendidas en el mundo. El título, que se quedó en manos de HP, vino acompañado de una bajada de la unidad del 6%. La cifra se sitúa por encima de la caída del 3% del sector.
La situación entorno al PC ha hecho que Lenovo se replantee su estrategia centrándose en el catálogo PC premium y abandonando opción más asequibles como los Chromebook. Así, ha roto el acuerdo con Google mientras sigue potenciando la gama media-baja con Windows 10 S.
Sin embargo, no todo son malas noticias. En el área de centro de datos, la facturación ha crecido un 14,2 % respecto al pasado trimestre, tanto en Europa como en norte América.
Por su parte, Yang Yuanqing, CEO de la casa china, ha comentado que «darán la vuelta a su división de móviles en la segunda mitad del año fiscal 2018″ para conseguir que la reducción de pérdidas de la división y el aumento del 2% de los ingresos se traduzcan en mejores resultados. La unidad ingresó 1.750 millones de dólares durante el segundo trimestre.
El mismo portavoz enfatizó que «todo Lenovo está entrando en una nueva fase de crecimiento» que estará centrado en la gama alta donde los márgenes y el valor es más importante. ¿Recuperará posiciones?
