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La realidad virtual crecerá a corto plazo, la realidad aumentada a largo plazo

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IDC ha publicado un interesante informe en el que constatan que la realidad virtual crecerá y será el motor del sector a corto plazo, mientras que la realidad aumentada vivirá su momento en 2020.

Echando un vistazo a los números concretos tenemos que ambas tecnologías sumarán 13,7 millones de unidades suministradas en 2017, cifra que ascenderá hasta los 81,2 millones de unidades en 2021. Esto nos deja una tasa compuesta de crecimiento anual del 56,1%.

Hasta 2019 el suministro de kits de realidad virtual crecerá en una proporción mucho mayor que la de los kis de realidad aumentada, tanto que se espera que los primeros retengan un 90% del total de cuota de mercado hasta 2019.

En la recta final de esa previsión que lanza IDC será cuando los kits de realidad aumentada empiecen a vivir su momento, gracias a un crecimiento que les permitirá hacerse con aproximadamente un cuarto del total de cuota de mercado.

Sin embargo lo importante no es sólo la cantidad de suministros que prevé IDC, sino los ingresos que generará cada kit de realidad aumentada y de realidad virtual. Los primeros representarán una porción menor ya que son más baratos de producir y se pueden crear modelos muy económicos con materiales muy sencillos, que según IDC son además los que mantendrán una mayor cuota de mercado.

Por contra los kits de realidad aumentada representarán un total de 30.000 millones de dólares en 2021, el doble si comparamos directamente con los kits de realidad virtual. Actualmente un kit de realidad virtual de calidad como el HTC Vive tiene un precio de 699 euros, mientras que un kit de realidad aumentada como las HoloLens de Microsoft rondan los 3.000 euros.

Con esos precios en mente es fácil entender la diferencia de ingresos que representa uno y otro tipo de kit.

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