En una reciente entrevista el mánager senior de producto de AMD, James Prior, ha confirmado que su compañía sigue trabajando para mejorar el suministro de tarjetas gráficas Radeon RX Vega y que pronto se dejará notar en el canal.
Esta mejora en el suministro de las Radeon RX Vega tendrá dos consecuencias muy positivas. La primera es que habrá una mayor disponibilidad y también una mayor variedad de modelos, gracias al empuje de los ensambladores que podrán poner en el mercado soluciones personalizadas.
La segunda consecuencia positiva es que los precios deberían bajar, algo que podría hacer mucho bien a las nuevas soluciones gráficas tope de gama de AMD ya que actualmente su precio resulta demasiado elevado en relación al rendimiento que ofrecen.
Por otro lado James Prior también confirmó que la nueva generación de procesadores Ryzen estará fabricada en proceso de 12 nm, lo que supone una mejora menor frente al proceso de 14 nm que utiliza la generación actual, pero que no debería ser considerado como un auténtico sucesor.
Esto quiere decir que las CPUs Ryzen fabricadas en proceso de 12 nm que llegarán en 2018 no será una segunda generación (Ryzen 2), sino una pequeña puesta a punto de la generación actual (Ryzen+).
En cuanto las placas base Prior dijo que están comprometidos con la plataforma AM4, lo que significa que en teoría no habrá cambio de socket hasta 2020 y que los consumidores no necesitarán cambiar de plataforma para utilizar los nuevos procesadores de AMD.
Obviamente esto es beneficioso para el usuario pero puede acabar siendo perjudicial para los fabricantes, ya que al no «forzar» el cambio de plataforma se pueden reducir las ventas de nuevas placas base.
