En este artículo hemos visto que Apple está invirtiendo en la tecnología MicroLED, un salto generacional importante que permitirá a los de la manzana mordida subir el listón frente a los paneles OLED e IPS y reducir casi por completo su dependencia de proveedores como Samsung.
Es un movimiento interesante que sigue la línea habitual de Apple; producir sus propios componentes para que al final todo que «en casa». Sin embargo a corto y medio plazo la firma de Cupertino va a tener que continuar comprando paneles OLED e IPS a los principales fabricantes ya que no dispone de una línea de producción propia, y según las últimas informaciones se estima que en 2018 podrían adquirir hasta 270 millones de unidades.
La información que ha publicado DigiTimes distribuye ese total de la siguiente manera:
- Entre 70 y 80 millones de unidades de paneles OLED de 5,8 pulgadas para el iPhone X y su sucesor.
- Entre 40 y 50 millones de unidades de paneles OLED de 6,4 pulgadas para una versión de mayor tamaño.
- Entre 60 y 70 millones de unidades de paneles IPS de 6,1 pulgadas para el tercer nuevo iPhone de 2018, un modelo «económico» que llegará junto a los dos anteriores.
- Entre 60 y 70 millones de unidades de paneles IPS de 4 pulgadas, 4,7 pulgadas y 5,5 pulgadas para los iPhone SE, iPhone 8 y iPhone 8 Plus.
Cuando se produzca el lanzamiento de la nueva generación de iPhones a finales de este año los iPhone 8 y iPhone 8 Plus bajarán de precio pero seguirán en el mercado, una estrategia que Apple siempre ha mantenido y que no esperamos que cambie a pesar de la marcada transición a los terminales con formato todo pantalla.