Explicar a alguien ajeno al negocio tecnológico que es el Canal TI no es fácil. Incluso dentro del propio ecosistema, es difícil establecer las líneas que definen este concepto. Es ahí donde queremos intentar poner un poco de claro en todo este asunto, sabiendo de antemano que no es sencillo.
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que Canal TI puede ser sinónimo de Canal de distribución, Canal tecnológico, distribución tecnológica o Canal sin más aditivos. Términos muy comunes a la hora de hablar referirnos a lo que aquí hemos querido concretar como Canal TI.
Si nos atenemos a la definición más clásica podríamos decir que el Canal TI es una red por la que la tecnología llega al cliente final. Un ecosistema integrado por diferentes figuras que se encargan de hacer llegar el hardware y software de los fabricantes a empresas y consumidores.
Su función es vital para los fabricantes que no pueden llegar a todo el territorio con sus recursos. Un brazo comercial que les ayuda a estar próximos a los clientes de diferentes índoles.
En España hay unas 15.000 figuras en el Canal TI
Se calcula que en España hay unas 15.000 figuras dedicadas a la venta de tecnología que se podrían definir como Canal TI. Algunos son grandes corporaciones de ámbito nacional y otras tan solo tienen representación en regiones o incluso ciudades muy concretas. En cualquier caso, uno de los grupos más caudaloso de Europa.
El abanico de empresas que conforman el Canal TI va desde mayoristas, minoristas, desarrolladores, distribuidores, tiendas hasta cualquier otro actor dedicado a llevar al consumidor. Y es ahí donde está la dificultad de limitar el concepto sabiendo donde empieza y termina este universo.
La evolución del canal TI
Como decíamos, la definición más tradicional del canal TI es la de aquella empresa que mueve los productos tecnológicos y los lleva al cliente. Sin embargo, esa concepción se vuelve muy simplista para el entorno tecnológico actual.
Si bien hasta hace unos años el canal TI se encargaba básicamente de «mover cajas» de los fabricante, hace ya un tiempo que su función va mucho más allá. Desde gestionar servicios o herramientas hasta actuar como consultores tecnológicos, estos distribuidores se han convertido en mucho más que un simple vendedor que pone el producto en el cliente final.
Esta evolución ha afectado a todo el canal TI. Los mayoristas, por ejemplo, han vivido su propia concentración donde en los últimos años hemos visto adquisiciones que han hecho que el mapa se limite a menos figuras y cada vez más potentes.
Mientras, muchos distribuidores se han vuelto a su vez desarrolladores de software con propuestas propias que les limitan entre Canal TI y fabricantes.
Imagen | Dylan Gillis
