El mercado de las tarjetas gráficas de consumo general se encuentra todavía sumido en una situación bastante caótica de la que no termina de salir, aunque poco a poco los precios han iniciado un proceso de normalización parcial que está afectando principalmente a las GeForce GTX 10.
Durante el pasado año la demanda de tarjetas gráficas de consumo general para minar criptodivisas (principalmente Ethereum) se disparó. Esto produjo un aumento anormal de la demanda que el mercado no pudo cubrir, y durante los meses posteriores tampoco se adoptaron medidas de respuesta por miedo a las posibles consecuencias que podría tener un final abrupto de dicha demanda (acumulación de stock).
En un principio las tarjetas gráficas Radeon RX de AMD fueron las más afectadas por esta situación, pero luego se extendió a las GeForce GTX 10 de NVIDIA, especialmente a las series GTX 1070, GTX 1060 y GTX 1080 TI, que llegaron a doblar sus precios de venta.
Como hemos anticipado durante los últimos días la situación ha ido mejorando de forma notable y ya es posible conseguir la mayoría de las tarjetas gráficas de la serie GeForce GTX 10 a un precio similar al de las versiones Founders Edition de NVIDIA.
Es una noticia positiva para el mercado y para el canal, ya que ha venido acompañada de un aumento del suministro y de una mayor disponibilidad, pero ahora mismo nos encontramos en una fase complicada por la cercanía de la nueva generación de tarjetas gráficas de NVIDIA. Esto quiere decir que muy pocos usuarios tienen pensado renovar tarjeta gráfica ahora mismo y que la mayoría esperará a ver los nuevos productos del gigante verde antes de decidirse a comprar.
Lo dicho podría tener como principal consecuencia una acumulación de stock que forzaría a los vendedores a lanzar promociones y liquidaciones a precios más bajos.
