El presidente de Qualcomm, Cristiano Amon, ha confirmado en una reciente entrevista que siguen interesados por el negocio de los centros de datos y que no tienen intención de abandonar dicho mercado.
Actualmente Qualcomm se mantiene como el mayor fabricante de SoCs («System on a Chip») que se utilizan en teléfonos móviles y tablets, pero sus últimas estrategias han tenido un planteamiento claramente expansivo que la ha llevado a entrar en otros mercados, incluyendo el de los equipos ultraportátiles y convertibles. Esto último ha sido posible gracias al respaldo que le ha dado Windows 10 sobre ARM, un sistema operativo que unido a los chips Snapdragon ha hecho posible el concepto de portátil siempre conectado.
En dicho mercado compite directamente con Intel y su entrada al mercado de los centros de datos lo pondría también frente a ella, ya que el gigante del chip domina actualmente ese sector y éste representa una parte muy importante de sus ingresos totales (alrededor de la mitad).
Esta confirmación de que piensan seguir trabajando por hacerse un hueco en el mercado de los centros de datos ha venido motivada por la información que publicó Bloomberg en mayo, asegurando que Qualcomm estaba considerando vender o cerrar su división dedicada a la fabricación de chips para centros de datos.
Las declaraciones de Amon fueron simples y directas:
«No estamos mirando opciones estratégicas. No vamos a vender. Todavía estamos centrados en esto. Para nosotros está muy claro que la oportunidad de ARM se centra en unos pocos sectores en los que no tienes la barrera de entrada que supone el software x86″.
El gigante de San Diego no quiso confirmar si habían llegado a considerar la venta de su unidad dedicada a servidores y centros de datos en el pasado, pero en el evento de resultados del mes de abril Steve Mollenkopf indicó que estaban considerando la posibilidad de reducir gastos en aquellos sectores que no forman parte del negocio central de Qualcomm, lo que obviamente incluye a su división de centros de datos.
