La firma GIGABYTE ha llevado a cabo movimientos importantes durante los últimos años. Uno de los más relevantes fue la creación de la marca AORUS, centrada en exclusiva en el sector de soluciones gaming de alto rendimiento, aunque también ha ampliado mercado en varias ocasiones.
En este sentido destaca por ejemplo su entrada en el mercado de la RAM y de las unidades SSD, y pronto completará su estrategia con el salto al mercado de los monitores gaming, un sector que como vimos en artículos anteriores goza de buena salud.
La entrada de GIGABYTE en el sector de los monitores gaming es un paso lógico y lleno de sentido, al fin y al cabo era el único mercado dentro del sector gaming en el que no tenían presencia ni con su marca principal ni con su submarca AORUS. Todavía no tenemos mucha información, pero los primeros datos apuntan a un evento de presentación marcado para el 16 de enero en el que anunciarán dos nuevos monitores.
Ambos monitores serán compatibles con la tecnología FreeSync, compatible con las tarjetas gráficas Radeon de AMD, contarán con una interfaz personalizada que permitirá configurar diferentes elementos a nivel de imagen y serán regulables tanto en altura como en inclinación (se podrán utilizar en vertical).
En las primeras imágenes hemos podido ver referencias a una resolución de 2.560 x 1.440 píxeles, un nivel que requiere el uso de tarjetas gráficas de gama media-alta para lograr una buena experiencia, y también al uso de paneles con una profundidad de color de 8 bits y de 10 bits.
Habrá que esperar a tener las especificaciones completas para completar la información, pero ya podemos dar por confirmada la presencia de un sistema de iluminación LED RGB en la parte trasera del monitor, un detalle que no hace más que seguir la tendencia del mercado gaming, que vive una auténtica fiebre por las luces de colores.
