Las operaciones de compra-venta casi nunca son buenas noticias para los empleados. Si a eso le sumamos un secretismo máximo, tenemos un cóctel que no gusta nada a la plantilla de Informática El Corte Inglés (IECISA). Un malestar creciente entre los más de 2.000 trabajadores de la división de tecnológica de los grandes almacenes.
Aunque de puertas para fuera se da una imagen de normalidad, es de todos conocido que IECISA lleva tiempo queriendo ser vendida. La unidad de tecnología lo intentó el año pasado con los mexicanos Kio Networks sin éxito y ahora, es PwC quien está sondeando el mercado en busca de nuevos potenciales compradores por un valor de entre 350 y 400 millones de euros.
Y esa búsqueda de un comprador que le ayude a reducir su deuda provoca turbulencias a nivel interno. Esto se traduce en una reestructuración en los recursos humanos que provoca miedos e incertidumbres. Sin embargo, esto no parece afectar a la contratación de nuevo personal ya que se siguen publicando ofertas de reclutamiento.
En busca de la rentabilidad
IECISA no pasa por su mejor momento desde hace tiempo. Pese a ser una de las grandes figuras del canal de distribución tecnológico, la división tecnológica de El Corte Inglés registró una caída del 4,3% de su negocio en el último ejercicio fiscal, cerrado el 28 de febrero. El integrador ingresó 703 millones de euros con un EBITDA que subió 7,2% más allá de los 34 millones de euros por su reorientación hacia negocios de valor.
Su apuesta por el valor, una tendencia generalizada en el canal TI, lleva tiempo siendo una máxima. IECISA con una buena penetración en el sector público busca así priorizar los proyectos más rentables que le ayuden a reducir su deuda y convertirse en una apetitosa empresa para aquel que lo quiera compra. ¿Quién será?
Imagen | Michael Rogers
