Es oficial, Samsung ha cerrado la última planta de fabricación de smartphones que tenía en territorio chino, un movimiento con le que la compañía surcoreana inicia un éxodo que podrían seguir otros gigantes del sector tecnológico.
Sé que al leer esto lo primero que nos viene a la cabeza es que puede estar debido a la guerra comercial que libran actualmente China y Estados Unidos, pero lo cierto es que la salida de Samsung de territorio chino lleva un tiempo en marcha, no es cosa de un día, así que no se debe a ese conflicto, sino más bien a una simple cuestión de intereses.
Como sabrán muchos de nuestros lectores China tiene una cadena de suministros eficiente y cuenta con mano de obra barata y altamente especializada, pero los salarios se han ido incrementando notablemente durante los últimos años, y con ello han crecido los costes. Fabricar en China sigue siendo más barato que hacerlo en un país del (mal llamado) primer mundo, pero la competitividad que ofrecen en este sentido países como la India o Vietnam han acabado por animar a Samsung a terminar su salida de China.
La compañía surcoreana llevaba ya años fabricando terminales en Vietnam, así que como hemos dicho no es algo nuevo, es la confirmación de China ya no es la única opción para producir y fabricar tecnología de forma eficiente, fiable y, sobre todo, económica.
Dado que China tiene una importante dependencia laboral del montaje y la fabricación de tecnología y electrónica no hay duda de que este tipo de movimientos generan malestar y siembran dudas. Si otros gigantes decidieran seguir los pasos de Samsung el país podría verse sumido en una importante crisis.
La búsqueda de nuevos países en los que fabricar a bajo coste es algo que requiere sacrificar inversiones ya realizadas (cierre de plantas en el país anterior) y que necesita tiempo, pero al final es fundamental para que la empresa siga siendo competitiva. Obvia recordar que fabricar un producto con un coste menor conlleva, normalmente, un previo de venta inferior en el canal.
Veremos qué ocurre durante los próximos trimestres y, sobre todo, qué grandes del mundillo tecnológico deciden seguir los pasos de Samsung, ya sea de forma total o parcial.
