La firma Counterpoint Technology Market Research ha publicado un estudio en el que estiman que el iPhone X de Apple va a vender aproximadamente unos 130 millones de unidades, cubriendo un periodo que abarca desde su lanzamiento hasta el verano de 2019.
Es una previsión muy optimista, sobre todo teniendo en cuenta los problemas de suministro que está viviendo el terminal estrella de Apple, pero lo cierto es que tienen sentido ya que el iPhone X ha generado un gran interés y a pesar de su elevado precio ha conseguido llamar la atención de los usuarios.
Haciendo una comparativa con los Galaxy S8 se espera que Samsung venda unos 50 millones de unidades en un plazo de 20 meses (contando desde su lanzamiento), una cifra «pequeña» si la comparamos con esos 130 millones de iPhone X.
Sin embargo lo más interesante no está en las unidades que podrían vender uno y otro terminal, sino en el dinero que gana Samsung con ellos. Por cada Galaxy S8 vendido la firma coreana obtiene de media 202 dólares por las piezas que suministran sus propias divisiones; memoria RAM y NAND Flash, SoC Exynos, pantalla, baterías, étc.
El iPhone X también utiliza componentes de Samsung (como la pantalla por ejemplo) y gracias a ello ésta obtiene 110 dólares por cada terminal vendido, lo que significa si hacemos un cálculo rápido que la compañía surcoreana ganará 14.300 millones de dólares si Apple vende 130 millones de iPhone X.
Por contra los ingresos por las piezas utilizadas en los Galaxy S8 sería de 10.100 millones de dólares si efectivamente se venden 50 millones de unidades. La diferencia es clara y confirma la gran cantidad de dinero que obtiene Samsung como proveedor de componentes de Apple.
