El negocio de las impresoras 3D va cuajando con crecimientos del 120%. Al menos así lo estima IDC en China donde espera que este año se vendan más que en Estados Unidos. Todo un hito que podrá ser realidad gracias al impulso gubernamental en la educación del país.
Si en 2014 se enviaron 34.000 impresoras 3D, en 2015 la cifra podría haber alcanzado las 77.000 unidades. El crecimiento del 120% se dio gracias a la penetración en escuelas e instituciones de educación además de la promoción de modelos por debajo de los 5.000 dólares.
La previsión de IDC apunta a unos crecimientos similares para los próximos años. Tanto es así que en 2016 superará en ingresos al negocio dado en Estados Unidos.
A nivel global, Context nos habla de una subida del 35% del mercado de impresoras 3D. El impulso viene dado por el sector profesional y también la bajada de precios en el sector de consumo.
Potencia proveedora y consumidora
China es la fábrica del mundo en cuanto a tecnología se refiere. La potencia mundial está demostrando que tiene más facetas; también es una creadora de nuevas empresas y negocios además de una consumidora cada vez más ferviente.
Compañías como Lenovo, Huawei o Xiaomi han conseguido posicionarse como referencias en el mundo en diferentes categorías. Propuestas diferentes que han calado desbancando a los más tradicionales.
Además, la fiebre capitalista también ha llegado a China. Apple ha sido una de las primeras en probar esa dulce medicina que le ha dado más ventas de iPhone que en su Estados Unidos natal. Ahora, la impresión 3D parece que será el siguiente nicho que batirá marcas.
En cualquier caso, es evidente que el gigante asiático ha despertado. La que parecía una potencia solo destinada a producir hardware para empresas de otros países, tiene mucho más valor intrínseco que podemos aprovechar como oportunidad.
