Pese a que pocos son los dispositivos de realidad virtual que han llegado a los consumidores, ya es una categoría de la que se habla prácticamente a diario. La realidad virtual ha conseguido ser una tendencia imparable donde ya varios referentes tecnológicos se han posicionado.
La estrategia de cada compañía en materia de realidad virtual se han comenzado a perfilar. Si analizamos el nicho, vemos claramente los límites que cada uno ha escogido. Así lo muestra la consultora JackDaw Research en Re/Code con el siguiente gráfico:
La imagen cuenta muchas cuestiones interesantes. Por un lado, pone a cada fabricante en su lugar en materia de precio: HTC con sus Vive en la parte más alta, debajo las Oculus Rift propulsoras del sector, detrás las recién presentadas PlayStation VR de Sony y por último y más cerca de la masa, las Samsung Gear VR.
A partir de ahí podemos que el radio de acción va desde la gratuidad o 100 dólares del modelo de Samsung hasta los 900 euros de los de Vive. Incluso nos podemos ir más lejos con el Nokia OZO de 60.000 dólares. Un amplio espectro de precios que también marcan el perfil al que cada uno quiere llegar.
Mientras Nokia buscará el público más profesional con su nuevo lanzamiento, HTC se recrea en la oportunidad de la realidad virtual para dar cobertura al entretenimiento y área corporativa. Por su parte, Sony y Oculus piensan principalmente en los juegos -aquí Sony tiene mucho campo labrado– y Samsung no quiere dejar a nadie fuera.
Pero estos no son los únicos interesados en el sector. Facebook, detrás de Oculus, ha demostrado activamente su interés en el sector. Alibaba o Amazon también han puesto foco fomentando plataforma de venta y generación de contenidos que alimente el nicho.
Diferentes aproximaciones a un mercado que como definen desde JackDaw todavía no tiene ni ganadores ni perdedores. «Estamos en una fase tan inicial en la que ni los consumidores han probado los productos, que no se pueden sacar muchas conclusiones», apuntan.
De cualquier forma, nos encontramos ante un sector con muchos retos por cubrir: la estandarización, la protección de dispositivo y la creación de contenidos para mantener el interés. ¿Lo conseguirá?
