Una patente ha revelado que Walmart quiere usar drones en sus tiendas para llevar a cabo diferentes tareas, entre las que se encuentran por ejemplo el transporte de mercancías determinadas de un departamento a otro.
La idea es muy buena, ya que puede ayudar a simplificar en gran medida la gestión de las diferentes áreas y zonas de cada tienda. Por poner un ejemplo uno de sus usos más prácticos y útiles sería por ejemplo el desplazamiento de paquetes entre zonas muy alejadas.
Con esos drones los empleados no tendrían que perder el tiempo moviéndose de un lado a otro para llevar mercancías, lo que significa que podrían permanecer fijos casi todo el tiempo en su zona para atender y cubrir las necesidades de cada cliente.
En última instancia ese es el objetivo clave detrás del uso de drones de este tipo en tiendas Walmart, mejorar la disponibilidad de los trabajadores para que éstos puedan ofrecer un mejor servicio a los clientes, y para ello es imprescindible descargarlos de tareas pesadas o que requieran mucho tiempo.
El valor que ofrecen y las posibilidades que tienen son evidentes, aunque es una idea que ha generado opiniones enfrentadas. Es cierto que pueden ayudar a mejorar la experiencia de los clientes gracias a esa descarga de tareas a los empleados, que podrán atender mejor a los visitantes, pero los drones también pueden acabar siendo molestos.
La razón es muy sencilla, hacen ruido y además el hecho de verlos volando por una tienda puede generar una cierta tensión o malestar entre los clientes, algo comprensible ya que se trata de un «elemento extraño».
Por otro lado si Walmart quiere usar drones de verdad es evidente que tendrían que adoptar sistemas de seguridad concretos que eviten posibles accidentes.
En resumen una idea interesante aunque compleja y no sólo porque sea difícil de llevar a la práctica, sino porque presenta ventajas y desventajas.
