Para cumplir con la normativa europea Steam no tuvo más remedio que establecer un sistema que permitiera al usuario solicitar un reembolso, una medida que sin embargo han aplicado de una manera bastante peculiar ya que han fijado condiciones bastante estrictas.
Entendemos que establecer un modelo de devoluciones y reembolsos en un servicio tan importante como Steam es fundamental, ya que se trata de la plataforma de distribución de videojuegos en formato digital más importante que existe actualmente y tiene por tanto una enorme cantidad de clientes.
A la hora de comprar un juego puede que algún usuario se equivoque con el título y que en realidad estuviese buscando otro juego, o puede que su PC no cumpla con los requisitos mínimos y que por tanto no funcione adecuadamente.
Steam no es exigente pidiendo explicaciones aunque establece que los reembolsos deben realizarse antes de 14 días desde la compra y con menos de dos horas jugadas. Si no se cumplen esos requisitos el reembolso podrá denegarse de forma definitiva.
Teniendo en cuenta el peso de Steam en el sector imaginábamos que podría enfrentarse a un alto número de peticiones de reembolso al día, pero la verdad es que no nos esperábamos para nada que fuese tan enorme.
Según su último informe de resultados se ha confirmado que la plataforma de distribución de contenidos en formato digital de Valve recibe alrededor de 60.000 peticiones de reembolso al día, lo que equivale a 2.500 peticiones de reembolso por hora y 41,6 por minuto. O dicho de otra forma igualmente impresionante, casi dos peticiones de reembolso por segundo.
De todas esas peticiones sólo entre un 9% y un 12% son resueltas de forma inmediata gracias a los sistemas automatizados. El resto quedan pendientes de estudio y reciben respuesta en un plazo que va desde los 48 minutos hasta casi una hora y media.
