La firma IHS Markit ha publicado una interesante información que confirma que el suministro de monitores gaming creció durante la primera mitad de 2017 en un 350% comparado con el mismo periodo de 2016.
Es una diferencia muy grande, ya que refleja un crecimiento de más del triple en un periodo de tiempo muy reducido y confirma el peso que tiene el gaming en el canal tecnológico, un sector que está actuando como «motor» de buena parte de la industria.
Durante esa primera mitad de 2017 el suministro total de monitores gaming alcanzó los 1,1 millones de unidades y fabricantes como ASUS, Acer y HKC han sido los tres que más cuota de mercado han conseguido (17,4%, 12,4% y 9,9%).
Los buenos resultados obtenidos por este sector están atrayendo a otros fabricantes, así que se espera una mayor competencia en los próximos meses que podría acabar siendo beneficiosa para el consumidor.
Al mismo tiempo IHS Markit se ha mostrado positiva con respecto al cierre de 2017 ya que cree que el suministro total de monitores para gaming alcanzará los 1,6 millones.
¿Qué diferencia a un monitor para gaming de uno normal?
Los elementos diferenciadores más importantes son los tiempos de respuesta reducidos (1 ms normalmente), el uso de pantallas curvadas, unas tasas de refresco elevadas (más de 100 Hz) y la presencia de tecnologías como G-Sync de NVIDIA y FreeSync de AMD.
Gracias a ese conjunto de características ofrecen una experiencia de uso superior a la de un monitor estándar, aunque también tienen un precio más elevado. Esto se traduce normalmente en un margen de beneficios superior para el fabricante.
Sin embargo la creciente competencia está llevando a las principales marcas a cubrir con esmero todas las gamas posibles dentro del sector de monitores para gaming, y gracias a ello es posible encontrar modelos de gama básica con precios asequibles.
