Durante la segunda mitad de 2017 la demanda de servidores no ha crecido al nivel que se esperaba, una mala noticia que ha dejado incluso a algunos proveedores con unos envíos que apenas han llegado a la mitad del total que esperaban.
El mercado tenía las expectativas bastante altas tras el lanzamiento de los nuevos procesadores Xeon de Intel y EPYC de AMD, ya que se creía que ambos actuarían como motor de crecimiento para un sector que apuntaba buenos resultados para la segunda mitad de 2017, pero al final las previsiones no se han cumplido.
Según podemos leer en DigiTimes los pedidos se han mantenido en niveles muy conservadores y la baja demanda ha impedido que las ventas despeguen para cumplir con las expectativas, que han acabado siendo excesivas.
Maurice Wu, presidente de Inventec, ya intentó dar una dosis de realidad recientemente ante esas previsiones tan positivas y comentó que el lanzamiento de una nueva plataforma no suele tener una demanda tan elevada poco después de su lanzamiento por cuestiones de precio.
En el caso de los nuevos Xeon de Intel el señor Wu dijo que los servidores basados en dichas CPUs tienen un precio más alto que los de generaciones anteriores, y que salvo que se produzcan grandes promociones para facilitar su venta la demanda será conservadora.
En virtud de la tendencia actual que ha mostrado el mercado de servidores se espera que las empresas comiencen a realizar movimientos «agresivos» para reemplazar sus equipos en 2018, aunque podrían adelantarse si como dijimos Intel decide ofrecer recortes de precio en sus nuevos procesadores.
Por lo que respecta a los servidores basados en ARM ya os contamos que Qualcomm había anunciado recientemente su CPU Centriq 2400 basada en ARM, una solución que ha generado una gran expectación pero que requiere ajustes a nivel de software para acomodarse en empresas que hayan utilizado soluciones x86, y que por tanto podría tener una acogida bastante «fría».
