No, no se trata de ningún error. Adelantado ya por nuestros compañeros de MuyComputer, finalmente Microsoft ha anunciado que su consola Xbox One contará con soporte para asistentes personales de otras compañías, ofreciendo así funciones adicionales a su asistente Cortana, y entre los que destacan Alexa y Amazon.
Pero estas funciones no se limitarán a encender o apagar la consola, ya que Alexa contará con un control casi completo de la Xbox One: desde arrancar juegos y aplicaciones, pausar la reproducción de Netflix, e incluso realizar capturas capturas de pantalla o vídeo en cualquier momento.
No se trata de la primera vez que Microsoft añade este tipo de funcionalidades a una de sus consolas.
Y es que tanto la actual Xbox One, como su predecesora Xbox 360, ya podían ser controlados por voz a través del periférico Kinect, propiedad de la propia Microsoft. Sin embargo, el alto precio de salida del llamado Kinect 2.0, promocionado junto con la Xbox One en su lanzamiento en 2013, resultó en un número muy limitado de unidades vendidas.
Con el tiempo, la tendencia resultó en que cada vez más personas compraban su Xbox One sin Kinect, por lo que Microsoft optó por simplemente dejar caer en el olvido la existencia de la funcionalidad de voz de la consola. Si bien esta funcionalidad trató de ser rescatada con Cortana, la limitación de su uso al sistema Kinect, o algún otro micrófono, de nuevo acabó resultando en un número muy limitado de usuarios.
Ahora, con la creciente popularidad de los dispositivos de asistencia por voz como Amazon Echo, Google Home o el Apple HomePod, Microsoft quiere volver a intentar sacar provecho de las funciones de su Xbox One.
Ésta vez, en lugar de tener que comprar y utilizar un nuevo y costoso periférico, los usuarios podrán utilizar los distintos dispositivos que ya posean, y hacer uso regular de esta funcionalidad con tan sólo su voz.
