La transformación digital de las organizaciones está aportando numerosas ventajas sin las que muchas no podrían seguir avanzando. Sin embargo, la falta de visión, el apoyo de la dirección y el compromiso a largo plazo son algunos aspectos que están llevando a estos proyectos a tomar un camino equivocado.
En los dos últimos años, las organizaciones han impulsado la puesta en marcha de proyectos de transformación digital para dar respuesta a las nuevas necesidades surgidas a raíz de la pandemia.
Este enfoque en la digitalización hace más necesario que nunca abordar problemas con los que a menudo tienen que enfrentarse y buscar soluciones. Para IDC, en la era del negocio digital, esta transformación debe ser parte de la empresa, por lo que es clave acometerla con éxito.
Sin embargo, también apunta ocho razones por las que las transformaciones digitales siguen fallando.
Transformar sobre la marcha
La irrupción de la pandemia llevó a las empresas a analizar los nuevos desafíos y proponer soluciones inmediatas. Esto provocó que no se abordaran los problemas tecnológicos subyacentes, sino que simplemente se adoptaron medidas urgentes ante una situación de crisis.
Según un estudio de Hackett, si bien la tecnología adoptada permitió trabajar de forma remota y los CIO elevaron sus perfiles en la organización, se hizo «a costa de construir sobre plataformas subóptimas». Como consecuencia, muchos responsables de TI deben asumir ahora esta deuda y resolver los problemas técnicos derivados.
No tener una visión clara
A menudo, las empresas olvidan que una transformación digital está haciendo dos cosas a la vez: digitalizar su columna vertebral y automatizar y simplificar, reutilizando componentes o procesos.
Se pueden producir fallos cuando no se realiza una planificación previa ni hay recursos dedicados
Las iniciativas digitales fracasarán cuando haya una falta de una visión y una estrategia brutalmente claras. Pero incluso con una gran visión, estrategia y apoyo de la junta directiva, los fracasos pueden ocurrir si no hay unas metas y objetivos claros y nítidos definidos para que todos entiendan si la transformación es un éxito.
También se pueden producir fallos cuando no se realiza una planificación previa ni hay recursos dedicados.
Olvidar al cliente
Una transformación digital también puede fallar si no ha descubierto cómo migrar a sus clientes a su nueva forma de hacer negocios. Por ejemplo, los bancos digitales están muy bien, pero si no saben cómo hacer que sus clientes lo usen, será un fracaso ya que habrá clientes realizando transacciones. en persona, lo que duplicará esfuerzos.
Un aspecto a tener muy en cuenta es que, así como se llevan a cabo formaciones y capacitaciones para empleados, también hay que contemplarlo para los clientes, a menudo, a través de comunicados.
El propósito principal de una transformación digital es ofrecer un mejor servicio al cliente, y luego a la organización y sus empleados.
El desafío del choque cultural
Si bien las transformaciones digitales suelen tener desafíos de arquitectura y soluciones tecnológicas, el cambio cultural es el desafío número uno. A menudo existe una resistencia al cambio y hay que gestionarlo.
Es importante anticipar a los empleados el producto que se está transformando. Si se trata de un gran cambio de plataforma, hacerles una demostración para que opinen y se sientan parte de esta transformación puede ser de gran ayuda.
La mayoría de los fracasos suceden cuando los CIO y otros responsables no consiguen que todos participen y lidien con el cambio cultural que trae lo digital mediante la realización de programas de capacitación.
Falta de compromiso a largo plazo
No tener suficientes fondos y perspicacia de negocio puede llevar al fracaso a las iniciativas digitales.
Es importante que estas iniciativas tengan compromisos y presupuestos multianuales dedicados para sostenerlas durante los años buenos y los malos. Las organizaciones, y especialmente los responsables financieros, deben tener una comprensión clara de los retornos de la inversión, cómo se manifestarán y cuándo.
Por lo general no se espera que el ROI sea inmediato y, si esperan lo contrario, existe el riesgo de juzgar el comienzo como un fracaso en lugar del comienzo de un éxito a largo plazo.
Cuantas más herramientas e añadan, más se agravará el problema en lugar de abordarlo a través de una única herramienta
No pensar tácticamente en herramientas
A medida que las organizaciones piensan en las herramientas que necesitan para impulsar la adopción digital y las implementaciones tecnológicas, muchas no han dado un paso atrás para considerar primero lo que necesita la organización.
Una parte de una organización tecnológica puede aferrarse a una herramienta y decidir que debe usarse en otro lugar, pero eso conduce a una falta de coordinación significativa para adoptar un conjunto de herramientas común. Esto lleva a una experiencia fracturada en múltiples herramientas generando silos que impiden hacer una gestión integral.
Ante la escasez de personal de TI, cuantas más herramientas se añadan, más se agravará el problema en lugar de abordarlo a través de una única herramienta, y que sea la adecuada.
Falta de apoyo de directivo a la transformación digital
La mayoría de las iniciativas tecnológicas fallan sin el apoyo de los principales directivos, y la transformación digital no es diferente, especialmente dado el impacto de gran alcance que tendrá en todos los empleados.
A menos que tenga «el apoyo inquebrantable de la junta, el director ejecutivo y los altos ejecutivos», esa es una receta para el fracaso. El responsable del proyecto debe encabezar los esfuerzos, pero detrás de esas personas, debe estar el apoyo de la junta directiva.
Falta de compresión del rol de las unidades de negocio
La misión de TI es cambiar la tecnología subyacente, pero, a menudo, la empresa a menudo no entiende lo que se requiere de ellos.
Cuando la parte de negocio no ejecuta su rol, el equipo de tecnología se siente obligado a intervenir, pero a menudo, no tiene el conocimiento adecuado de lo que el negocio requiere para asumir ese rol y toma decisiones en nombre de una unidad de negocios que no está debidamente involucrada.
Pero también puede haber un error por parte de TI a la hora de informar sobre los beneficios de la transformación digital. Cuando falta comunicación efectiva y consistente, los esfuerzos de transformación digital a menudo fallan o no se consigue la adopción TI deseada.
Es importante conseguir la colaboración de toda la organización para asegurarse de que todos avancen hacia la digitalización.
Imagen inicial | Pixabay