Microsoft ha lanzado una actualización de emergencia para Windows con que consigue eliminar el parche que había lanzado para mitigar la vulnerabilidad de Spectre ya que provocaba reinicios aleatorios.
Los problemas ocasionados con el parche de seguridad de Microsoft contra la segunda variante de Spectre (CVE-2017-5715), una de las mayores vulnerabilidades que han sufrido los procesadores a lo largo de su historia, han llevado a la firma de Redmond a lanzar un parche de emergencia.
Y es que el parche que la compañía lanzó el pasado 3 de enero ha provocado una serie de incidencias técnicas como reinicios aleatorios de los equipos y fallos en el sistema operativo. Esto ha llevado a que Microsoft lance esta nueva actualización para Windows 7, 8.1 y 10.
Meltdown y Spectre, la amenaza continúa
Sin duda, Meltdown y Spectre se han convertido en la mayor amenaza de seguridad contra procesadores en toda la historia. De hecho, fue precisamente la propia Intel la que detectó los problemas que estaba ocasionando el parche de seguridad, por lo que, desde el pasado 22 de enero, recomendó a los usuarios que no lo instalaran.
Pese a que se han instalado parches para mitigar los posibles daños, Intel ya ha avisado que no lanzará procesadores libres de estos agujeros hasta finales de este año. Un tiempo que se antoja excesivo más teniendo en cuenta que no ha dejado de vender en ningún momento.
Los procesadores de Intel no han sido los únicos que se han visto afectados por este parche, ya que algunos procesadores de AMD también han tenido los mismos problemas técnicos, sobre todo los que se ejecutan sobre Windows 7.
Tras las pruebas pertinentes, Microsoft comprobó que, desactivando esta actualización desaparecían los problemas de reinicio de sesiones en los ordenadores de los usuarios, por lo que han trabajado a contrarreloj para lanzar esta nueva actualización que elimina el parche contra Spectre.
