Intel ha presentado resultados financieros correspondientes al último trimestre de 2017 y buenas previsiones para 2018, aunque advirtiendo sobre el impacto que pueda tener en su negocio las vulnerabilidades en procesadores, Meltdown y Spectre.
La presentación de resultados de Intel ofrece lecturas variadas. La más positiva es la subida espectacular de las ventas trimestrales de hardware para centros de proceso de datos (CPDs), calculada en un 20% interanual hasta totalizar 5.580 millones de dólares y superar ampliamente las previsiones de los analistas.
Los buenos datos de la división de DataCenter, sumada a la dedicada a la Internet de las Cosas (+21% hasta 879 millones de dólares y la de chips programables (+35% hasta 568 millones de dólares), confirman que la compañía está en camino de conseguir el objetivo propuesto de evitar la dependencia del mercado del PC.
Una división de PCs de Intel cuyas ventas retrocedieron un 2% interanual en el último trimestre hasta 9.000 millones de dólares, si bien en el global de 2017 aumentó un 3% hasta 34.000 millones de dólares. Los ingresos anuales globales aumentaron un 6% hasta 62.761 millones de dólares. Aunque el beneficio neto cayó un 7%, la responsabilidad de achaca a la reforma fiscal.
Intel también pronosticó ingresos por 65.000 millones de dólares para este año. Previsiones optimistas para 2018, por encima de las estimadas por los analistas que gustó a los inversores que impulsaron con fuerza el nivel de la acción.
Sin embargo, Intel reconoció por primera vez que las vulnerabilidades en procesadores pueden tener impacto en sus operaciones, algo que hasta ahora no ha sucedido a la luz de los resultados de 2017. Las mismas vulnerabilidades, unidas a la pérdida de rendimiento producto de la aplicación de los parches para corregirlos tienen en vilo a la comunidad tecnológica mundial.
Intel no venderá procesadores libres de Meltdown y Spectre hasta finales de 2018, según el anuncio oficial.
