La compañía taiwanesa no se rinde y sigue apostando por el mercado smartphone, pero lo cierto es que HTC sigue sin volver al buen camino y ha registrado su décimo trimestre consecutivo con pérdidas.
Esto coloca a HTC en una situación más complicada de lo que parece a simple vista. Durante el tercer trimestre del año HTC ha cerrado con unas pérdidas netas de 102,63 millones de dólares, un dato al que debemos unir una reducción en la producción de smartphones del 46% (comparativa año sobre año).
Lo dicho significa que los ingresos de HTC en el sector móvil siguen cayendo y que además la producción de nuevos terminales también se ha reducido en gran medida frente al año anterior, dos claves que confirman que la firma taiwanesa sigue sin tener claro qué debe hacer para volver a convertirse en aquél gigante que centraba todas las miradas hace años con su serie Desire.
Algunos analistas creen que HTC podría mejorar sus resultados durante el último trimestre de 2017 gracias al lanzamiento del HTC U11+, un terminal tope de gama con el que han dado el salto al formato de pantalla 18:9 aunque supone una renovación intergeneracional menor, ya que cuenta con un SoC Snapdragon 835.
Dicho terminal tendrá una distribución limitada y su precio es bastante alto (799 euros), así que no creemos que vaya a tener un gran impacto en el canal ya que actualmente se pueden conseguir alternativas de otros fabricantes a un precio sensiblemente inferior.
Uno de los mejores ejemplos lo tenemos en el Galaxy S8, que ha experimentado una bajada importante de precio y se puede conseguir por 572 euros.
Esta comparativa pone de relieve uno de los mayores problemas que mantiene HTC en el sector smartphone, su tendencia a lanzar terminales con unas especificaciones que se limitan a seguir el estándar actual y pedir por ellos un precio desorbitado.
