Hemos visto como los robots se paseaban por los almacenes de Amazon o cómo eran capaces de atender a clientes. Grandes proyectos de grandes empresas que parece que son las únicas que pueden acceder a estos productos. Lejos de la realidad la robótica está más cerca de las pymes de lo que podemos pensar.
A medida que se popularizan los robots en el ámbito doméstico, la industria va bajando los precios y acoplándose a las necesidades de pequeñas empresas. Es cierto que todavía es una tecnología cara pero poco a poco va encontrar la accesibilidad para el grueso de nuestro tejido empresarial.
De hecho, ya hay robots que trabajan como los albañiles, otros que se dedican a editar e imprimir libros y algunos que recogen basuras o son capaces de cocinar gracias a la impresión 3D. Este universo avanza tan rápido como la imaginación de las empresas que hay por detrás.
Y es que detrás de la robótica hay un mundo de pymes. Compañías como la asturiana Robotics Special Applications, Newtek que adapta los robots industriales para pymes o iniciativas europeas como SmeRobotics que busca empresas que quieran trabajar en el sector, son el fiel reflejo de que este nicho no es cosa solo de grandes corporaciones.
Un negocio productivo
El mercado de la robótica dentro de las empresas prácticamente acaba de comenzar a andar. Pero el futuro tiene grandes expectativas. Como uno de los negocios que explotarán en los próximos años, los robots pasarán a ser uno más en muchos sectores como la industria.
Concretamente, la consultora BCG considera que en 2025 el 30% de la industria contará con esta maquinaria para mejorar sus ratios de productividad. De hecho, las bajadas de los costes las cifra en un 16%.
Además, según la Comisión Europea, este mercado global alcanzará un valor de 60.000 millones de euros en 2020, desde los 19.000 millones que actualmente calcula la Federación Internacional de Robótica.
