Pablo Ruiz, director de ventas de Insight en España, asegura que las compañías se enfrentan a un difícil reto a la hora de renovar sus activos de software, acometer cualquier proyecto que conlleve la adquisición de licencias nuevas o simplemente de optimizar el parque existente, es cada vez mayor.
Las variables que se deben manejar para realizar con éxito este tipo de iniciativa son numerosas y la realidad a la que deben enfrentarse las corporaciones es cada vez más complicada, sobre todo con la irrupción de los nuevos modelos de TI como la virtualización y el cloud computing.
Es habitual que las empresas inviertan gran cantidad de recursos en software sin saber muy bien el uso real que les darán, cuál es el coste real que suponen o si son compatibles con el grado de madurez tecnológica de la organización en ese momento. La falta de formación e información provoca, además, que muchas corporaciones desconozcan buena parte de los costes económicos, jurídicos, competitivos y de seguridad que se pueden derivar de la falta de una política para la gestión de los activos de software.
Existen compañías que trabajan con más de 350 fabricantes de software, lo que convierte la tarea de licenciamiento en algo muy complicado desde su compra a la implantación y mantenimiento de los mismos.
A veces incluso se conoce la problemática, por ejemplo, la existencia de múltiples versiones del mismo software instaladas en la compañía, cuando existe una diferencia considerable de precio y funcionalidades entre unas y otras. En ocasiones, las corporaciones son conscientes de que pueden quedar expuestas a numerosos riesgos de seguridad por no contar con el soporte del fabricante, o incluso a multas por no cumplir los requisitos legales, pero no cuentan con los recursos para poder ejercer un control sobre la situación y solucionarla con éxito.
Sin embargo, la implementación de planes de gestión de este tipo de activos puede conseguir, por ejemplo, que una empresa de entre 500 y 2.000 puestos informáticos llegue a ahorrar hasta un 30% en el coste de licencias, simplemente por haber gestionado su renovación con el conocimiento y los procesos adecuados.
Tomar la decisión correcta
Para la correcta toma de decisiones se debe analizar la situación de partida, siempre con la vista puesta en la estandarización del parque de activos. Además, es importante llevar a cabo un estudio de los tipos de licenciamiento más adecuados a la realidad de la empresa y proporcionar mayor control sobre las tecnologías críticas empresariales, claves para el correcto desarrollo de su actividad.
Este tipo de programas aportan multitud de beneficios que van más allá del mero ahorro de costes, como pueden ser ventajas a lo largo de todo el ciclo de vida del producto, estandarización y protección frente a amenazas, agilización de procesos, compatibilidad de aplicaciones o soporte y asesoramiento respecto a los requisitos legales, entre otros.
La competitividad de las empresas se logra adaptándose al ritmo vertiginoso que dictan las innovaciones tecnológicas de hoy en día. Al contrario de lo que se cree en la mayoría de compañías, la gestión de los activos de software es una parte fundamental en la gestión empresarial, y que puede convertir a los departamentos de TI en un foco de innovación e inversión para la empresa en lugar de situarlos en el capítulo de gastos, con el consiguiente riesgo que comporta en un entorno económico tan inestable como el actual.