Si es cierto aquello de que «la música amansa a las fieras», ¿Por qué no utilizarla para atraer a nuestros clientes? Lo cierto es que la música cuenta con innumerables beneficios que se han traslado al marketing de grandes centros comerciales, supermercados o comercios de diferentes sectores. Entonces ¿Por qué no usarlo en nuestro establecimiento? ¿Cómo podemos utilizar las canciones?
La música es un conducto natural para trasladar emociones. Lo mismo que utilizamos una canción melancólica para esos días tristes, podemos utilizar una canción más alegre y/o agresiva para motivar el consumo. Aunque es evidente que no es el único factor que influye en la decisión de compra o estancia en un determinado comercio, es un parámetro más a tener en cuenta dentro de una estrategia de marketing.
Veamos algunos ejemplos de tipología musical que se usan ya en otros campos para atraer o disuadir al público objetivo. Quizás alguno se adecue a nuestras características comerciales y lo podamos poner en práctica en nuestro terreno informático:
Música rápida o lenta
Los supermercados y centros comerciales utilizan esta técnica bastante a menudo. Dependiendo de la afluencia de pública utilizan una música más relajada para incitar a un consumo lento y pausada. La razón, entre otras, es la condición de que muchas personas entran en un establecimiento si hay más clientes porque da confianza. De ahí que lleve a los establecimiento a intentar alargar la estancia con el recurso del hilo musical, entre otros.
En el lado opuesto esta la música rápida que obliga de una forma consciente para el comerciante e inconsciente para el público a comprar de una forma más rápida e impulsiva. De hecho, este tipo de canciones se eligen cuando hay mucha afluencia de público y se necesita despachar cuanto antes para seguir «haciendo caja» e impulsando las ventas.
Música para un público
Tiendas de ropa como Bershka o Stradivarius utilizan esta técnica musical para intentar disuadir a su público no objetivo de entrar. Estos establecimientos utilizan música adaptada a sus clientes potenciales -en este caso, mujeres de entre 15 y 25 aproximadamente- para conseguir que se sientan a gusto en el ambiente que crea la tienda con un volumen alto y unas canciones sin fin muy rápida que incitan a la compra sin demasiados miramientos.
Por el contrario, las mujeres de 45 años, por ejemplo, se sentirán menos cómodas y tendrán ganas de salir de la tienda. Precisamente ese es el objetivo que persigue la música adaptada.
Música cómoda
Que una tienda reúna las condiciones de comodidad suficientes para que el cliente compre es vital. Entre ellas está la música que muchos comercios más pequeños utilizan precisamente para evitar el sonido nulo e incómodo que se puede producir cuando un usuario está mirando y un dependiente observándole.
Es por ello que está es la táctica más utilizadas por las tiendas. La radio es uno de los recursos más preciados, siempre y cuando sea neutral. Dependiendo el sector, los comercios utilizan una música relajada y actual que haga sentirse casi como en casa los clientes.
Música publicitaria o jingle
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Tampoco es un recurso nuevo. Los jingles acuñados en radios y televisiones de todo el mundo son un recurso más musical para atraer a los consumidores. Tanto si la «cancioncilla» es buena musicalmente hablando como si no, lo verdaderamente importante es que sea pegadiza e incluya en nombre de la compañía. El jingle reciente que os dejamos unas líneas más arriba sin ser el mejor, consigue que el cliente se quede con el sonido musical. Otra forma más de vender.