La marca norteamericana de ropa, Urban Outfitters, no pasa por su mejor momento. Sus beneficios caen mes a mes derivados, entre otros motivos, por una mala gestión de sus tiendas. En el trimestre pasado sus ventas cayeron un 10% demostrando que un cambio de rumbo es vital. Pero ¿Qué falla en el negocio? ¿Qué errores se están cometiendo?
Aunque estemos ante una tienda de moda que poco tenga que ver con la electrónica de consumo, realmente vemos errores comunes a cualquier comercio. De ahí que hayamos analizado un poco más a fondo el negocio para ver qué ocurre en sus tiendas y por qué los jóvenes cada vez las ven menos atractivas. Esto es lo que nos hemos encontrado con la ayuda de los inversores.
Desactualización
Al igual que pasaba con las franquicias Radioshack, estar fuera de la moda tiene sus consecuencias. Intentar vender trajes de pana cuando ya no se llevas es un craso error y precisamente es lo que intenta Urban Outfitters. Con un catálogo desactualizado, es difícil competir con marcas que van despuntando por encima.
Llevándolo a nuestro terreno, si en la actualidad la movilidad está en boga, no vender smartphones o tablet en una tienda de electrónica tanto de consumo como profesional es quizás uno de los fallos más graves a cometer.
No marketing
Las herramientas para hacer visible una tienda, incentivar la compra o simplemente demostrar que seguimos ahí son claves. Sin embargo, en el caso de Urban Outfitters sus presupuestos han tenido a cero decayendo su recuerdos en los consumidores. No estar al día en redes sociales, marketing on-line u físico le ha pasado factura.
Tratándose de una tienda tecnológica es mucho más importante este punto. Con grandes y pequeños competidores continuamente generando «ruido», es necesario estar al día en todo lo que a marketing se refiere e intentar que los compradores no nos pierdan de vista. Si nos olvidan, será un craso error.
Mensajes desafortunados
Si cuando decidimos llevar a cabo una acción, no pensamos en cómo ejecutarla o si realmente es moral, podemos llevar al fracaso no solo la acción en sí sino la reputación de la tienda. Es lo que le pasó a Urban Outfitters lanzando una campaña de camisetas con mensajes como «Depresión» o «Come menos» o «Jesús borracho». Dos ideas que especialmente para un público adolescente no son para nada acertadas.
Así, cuidar mucho los mensajes es una tarea vital. Debemos ser conscientes de que determinados mensajes pueden asociarse con aspectos negativos de la marca. Y ya no solo porque moralmente sea inaceptable sino porque nuestra empresa quedará en muy mal lugar.
