Vuelven a oírse campanas de duras críticas contra las condiciones laborales de Amazon. En esta ocasión, ha sido un reportaje de New York Times el que ha abierto de nuevo el debate. El escándalo ha sido tal que el propio Jeff Bezos ha hecho un comunicado desmintiendo la investigación del medio.
En el reportaje se explica cómo la máxima competencia de Amazon tiene unas consecuencias laborales que a menudo rozan lo ilegal y poco ético. Así lo explicaba un ex trabajador del vendedor:
“Es común ver a personas hechas y derechas cubriendo sus rostros apesadumbradas al salir de una conferencia. Vi llorando en su mesa a casi todas los compañeros con los que trabajé”.
Asimismo, los trabajadores se quejan de que se fomenta la competitividad a través de los chivatazos. “Existe un directorio telefónico interno que anima a la gente a mandar comentarios sobre lo que se dice de los jefes, de forma secreta“. Parece ser que se utiliza con frecuencia para sabotearse entre ellos.
No es la primera vez que le llueven estas críticas a Amazon. Otro reportaje de la BBC puso al descubierto situaciones parecidas que se vivían a diario en los almacenes del gigante del retail.
Ante estas nuevas críticas, Jeff Bezos se ha defendido asegurando: «creo que nadie que trabaje en una compañía como la que describe NYT debería estar ahí. Sé que debería una compañía así».