Noticias

Cómo ser un proveedor de servicios proactivo

proveedor_de_servicios_proactivo

En plena era de servicios, hay muchas características que cubrir como partner tecnológico que quiere fidelizar a sus clientes. Una de las fundamentales es la de ser un proveedor de servicios proactivo. Buscar la forma de seguir siendo útil y rentable para las empresas sin caer en la pesadez.

Hay clientes que conocen el valor de la tecnología y responden con inversión en la misma. Sin embargo, otros ya sea por desconocimiento o por falta de recursos, desestiman la innovación como parte de su progreso y mejora corporativa. Justamente con estos últimos es con los que hay que ser más proactivo.

Pero ¿Cómo impulsamos esa cualidad? ¿Cómo convertirnos en un proveedor de servicios proactivo? Te damos algunas ideas:

Conocimiento del cliente

«El saber no ocupar lugar», reza el refrán y mucho menos, si se utiliza como se debe para impulsar las ventas recurrentes. Para ello deberemos tener las herramientas necesarias para recogida y análisis de datos referidos a nuestros clientes.

Conocer a quién tenemos delante para poder ofrecerle lo que más se ajusta es el primer paso para ser un proveedor de servicios proactivo. Saber qué tipo de empresa es, cuál es su sector, sus necesidades a corto y medio plazo y por supuesto, con qué recursos tecnológicos cuentan. Con todo ello podremos elaborar un perfil y ajustarnos a su realidad antes de que nos lo pidan.

Experiencia

Aplicar la experiencia que tenemos en el entorno tecnológico para adaptarla a las necesidades del cliente es otro punto clave para ser un proveedor de servicios proactivo.

Buscar en casos similares o dar datos que confirmen al cliente son argumentos y mensajes propios de un partner con estas virtudes. Si, por ejemplo, sabemos que todas las empresas que han optado por almacenamiento cloud, han mejorado su rendimiento, ¿Por qué no proponerlo a este cliente?

Propuestas reales

Antes de intentar volver a vender a un cliente que ya tenemos, debemos pararnos a pensar. Recapacitar qué pueden necesitar y cómo dárselo. Con todo ello realizar una propuesta real con la que tener algo sólido que demostrar.

Debemos basarnos en la máxima de que cuánto más sencillo se lo pongamos, más fácil será de vender. Así, los proyectos cerrados, sujetos a variaciones pedidas por el cliente, serán mucho más propensos a salir adelante que ideas vagas y sin definir.

Imagen | Shutterstock

Artículo AnteriorSiguiente Artículo
Coordinadora editorial de MuyCanal. Danzando día a día entre partners, mayoristas y fabricantes para profundizar en el canal de distribución tecnológico.