Las previsiones alrededor de la impresión 3D siguen en alza. Gartner calcula que el año que viene veremos 490.000 millones de impresoras 3D en todo el mundo, un 103% más que este año que acabará con cerca 250.000 unidades vendidas. ¿Está cumpliendo objetivo este nicho?
Aunque las impresoras 3D ya son una realidad comercial, todavía tienen mucho recorrido. La consultora prevé que desde 2016 hasta 2019 el volumen de negocio alcance los 5.600 millones de dólares, esto es, 1,400 millones de dólares anuales a nivel mundial.
El precio de las impresoras 3D todavía sigue siendo decisivo. Las impresoras entre los 1.000 y 2.500 dólares serán el centro de atención. El 40,7% de las ventas estarán en este rango en cinco años dejando el 25% a aquellas por debajo de los 1.000 dólares.
Las previsiones sobre los 10 años necesarios para consolidar a las impresoras 3D parece que no iban mal encaminadas. Aunque el sector sigue subiendo, la lentitud con la que lo hace obliga a pensar que la revolución de la impresión 3D no va a llegar de un día para otro.
En cualquier caso, el canal sigue impulsando su crecimiento. Los mayoristas ya han reclutado fabricantes con portfolio en este área para atender la demanda que, sobre todo, se centrar en usos muy específicos como la sanidad o la industria.
