Mañana se cumple un año desde que Apple Pay saliera al mercado. Un tiempo en el que el sistema de pagos móviles ha encontrado un pequeño espacio. Pero lo más importante es que ha conseguido hacer reaccionar a otros competidores y mover el sector.
Aunque Apple no inventó los pagos móviles, es cierto que despertó la bestia de un nicho que no parecía terminar de cuajar entre los usuarios. Apple Pay fue la solución donde algunos vendedores vieron la luz al final del túnel mientras otros vetaron rápidamente.
Durante este año esperamos el desembarco en Europa de Apple Pay. Mientras tanto vemos cómo ha meneado el mercado la solución de pagos móviles de Cupertino.
Más competencia, más movimiento
Apple Pay impulsó la reacción de otros. Google Wallet evolucionó hasta Android Pay mientras que Samsung Pay también llegó poco después. PayPal o Amazon también cuentan con propuestas en este sentido. Grandes alternativas que quizás no estarían ahí, al igual que otras muchas más pequeñas, de no ser por la solución de pagos móviles de la corporación de la manzana.
Además, Apple Pay aprovechó su repercusión para aumentar el interés por los pagos móviles. La afirmación se demuestra viendo cómo el 40% de estos pagos llegan a través de un iPhone. Y la cifra puede ir a más cuando ya el cerca del 47% de los terminales inteligentes de Apple son compatibles con el sistema de pagos.
Los datos reflejan un creciente interés por estas soluciones pero que todavía están muy lejos de ser un método de pago masivo. Muchos esperan que 2016 sea realmente el año de los pagos móviles. ¿Será así?
