El gasto mundial en la industria de la robótica y servicios relacionados crecerán en una tasa anual compuesta del 17 por ciento interanual hasta 2019, alcanzando ese año un volumen de negocio de 135.000 millones de dólares, según los datos de IDC.
«La robótica es una de las tecnologías fundamentales que están permitiendo un cambio significativo en el sector de la fabricación. Aunque se han utilizado tradicionalmente en la industria del automóvil, hay una creciente adopción de la robótica en otros sectores como la electrónica, retail, salud, logística, agricultura, servicios, educación y el gobierno», explica Jing Zhang Bing, director de investigación de robótica de IDC.
«Este aumento en la adopción de la robótica está siendo impulsado por el aumento de los costes laborales, la escasez de mano de obra especializada, y un creciente énfasis en la calidad de fabricación, precios e iniciativas nacionales estratégicas», explica el investigador.
Como era de esperar, la inversión está encabezada por el sector de la fabricación discreta y de procesos, seguida por recursos, salud y transporte.
La región de Asia Pacífico, incluido Japón, representa más del 65% del gasto total de robótica. Europa, Oriente Medio y África (EMEA) es la segunda región más grande con una inversión de 14.6 millones de dólares en 2015, seguido de América con 9.700 millones de dólares.
«La robótica como tecnología ha llegado a su punto de inflexión. Sus capacidades seguirán ampliándose y el aumento de inversión impulsará la competencia y ayudará a reducir los costes asociados«, indican desde la consultora.
Otro mercado de gran potencial el de los robots que también acabará llegando de forma masiva al mercado de consumo.
En un punto y aparte al impacto económico de la robótica, algunos expertos piden que se tengan en cuenta otros aspectos sociales y se valoren las respuestas a una pregunta clave ¿Qué harán los humanos cuando los robots hagan todo el trabajo?
