El creador del kernel Linux, Linus Torvalds, no renuncia a que un día el sistema libre sustituya a Windows como el gran dominador de los escritorios informáticos.
Linux arrasa en supercomputación al ser usado por la inmensa mayoría del top-500 de supercomputadoras; tiene una gran cuota de mercado en el sector de servidores; es el más usado en el segmento de embebidos; también domina en el sector del móvil inteligente con una cuota en torno al 80 por ciento, gracias a Android, principalmente, y todo apunta que Linux será un referente en el gran mercado del wearable y la Internet de las Cosas, además de estar bien posicionado como base para los desarrollos que van a gobernar las nuevas generaciones de sistemas de info-entretenimiento para automóviles.
Frente a esos datos, la cuota de mercado de Linux en escritorios informáticos no supera el 2%. Una situación paradójica, trasladable a los datos del Windows de escritorio frente al Windows Mobile.
Los análisis de las causas de la pobre cuota de mercado de Linux en el escritorio han sido numerosos y en las conclusiones se repiten aspectos como el gran dominio de Microsoft en el canal, el sector corporativo o administrativo con la pre-instalación de Windows en la inmensa mayoría de equipos nuevos; por la indiferencia de los grandes fabricantes; por la falta de aplicaciones en Linux o las carencias en el apartado de juegos, o por la falta de unificación de entornos de escritorio, gestores de descarga y en general otras herramientas principales de Linux.
Sea como fuere, Linus Torvalds no da la batalla por perdida y en declaraciones en la conferencia Embedded Linux, aseguró que Linux no había fracasado en el escritorio. Preguntado por «la falta de amabilidad» de la interfaz de usuario, el creador del kernel Linux declaró estar sumamente contento con ello: «Sólo mirando mi propio uso, el escritorio se ve mucho mejor de lo que jamás podría haber imaginado», comentó.
En cuanto a la cuota de mercado en el escritorio frente a Windows, si bien reconoció que no había alcanzado el éxito de otras áreas, no se dio por vencido y a pocos meses de que se cumplan 25 años del primer Linux, prometió seguir trabajando:
«Empecé el proyecto para satisfacer mis propias necesidades, y mis necesidades están más que satisfechas. Eso, para mi, no es un fracaso. Obviamente me gustaría que Linux conquistara el mundo, pero es muy difícil entrar en esa área. Todavía estoy trabajando en ello. Han pasado 25 años. Puedo seguir trabajando otros 25 años«
