La manida transformación digital es mucho más que la actualización de tecnología. Es un cambio de mentalidad que afecta a empresas y sectores de todos los colores y formas. No en vano dentro del mundo de la telecomunicaciones, la evolución está siendo tal que más que de telcos deberíamos hablar de proveedores de servicios digitales.
La entrada en juego de figuras como Google o WhatsApp ha motivado la metamorfosis y apertura de nuevas líneas de negocio. Un fenómeno en el que las empresas entrantes han innovado mucho más rápido que los jugadores tradicionales pero que, en cualquier caso, ha abierto un proceso claro de cambio de dirección estratégica.
La transformación ha comenzado
ABI Research recomienda que el cambio hacia el proveedor de servicios digitales sea ya. Un consejo en el que las grandes operadoras están trabajando. La entrada de HBO en España no sería lo mismo sin el apoyo de Vodafone o el punto fuerte de la oferta de Orange no tendría más valor que el de otros competidores si no fuera por Netflix. Tampoco nos podemos olvidar de la compra de Canal + por parte de Movistar. Tres ejemplos de esta mutación.
Y es que en esta evolución hacia el proveedor de servicios digitales hay mucha rentabilidad. En los últimos tres años, telcos como T-Mobile han conseguido que el 48% de sus ingresos vengan por esta vía. Unos números espectaculares que vaticinan claramente el porvenir del sector.
Con cada vez menos diferencias en las ofertas de voz o Internet, marcar la diferencia con otros servicios de valor será clave para mantenerse en el mercado. De ahí que la adaptación hacia un catálogo de valor con nuevos opciones de entretenimiento o negocio será cada vez más necesaria para mantener las infraestructuras y negocio que tanto ha costado mantener.