La última hornada de novedades en televisores del CES ha dejado pocos modelos curvos. Una diferencia radical frente a las ferias de hace un par de año donde todo era curvo. La situación nos hace pensar si los televisores curvos está en declive o si son una moda pasajero como lo fue en su día el 3D que finalmente se quedó en nada.
Las ventajas en imagen y experiencia más inmersiva contrarrestan la opinión de los que consideran que la diferencia solo se puede apreciar en modelos de pantallas muy grandes de 60 pulgadas o más. Además, los televisores de pantalla curva no se ven igual de bien desde cualquier sitio. Todos tienen un punto de visualización óptimo que varía en función de la diagonal del panel, de dónde situemos la pantalla y de la resolución nativa del contenido que estemos visualizando.
Todo ello suponen barreras para el alza de los televisores curvos que ahora mismo se encuentran en un momento de inflexión. Un segmento todavía relegado a muy pocos consumidores no solo por los precios sino también por las necesidades concretas para aprovechar al máximo este tipo de televisores.
¿Cuántos televisores se venden?
Aunque todavía es complicado calcular cuántos televisores se vendieron en general en el 2016, las estimaciones hablan de unos 159 millones de modelos LCD vendidos entre los 10 primeros fabricantes mundiales. Con datos más certeros de IHS podemos decir que 2015 acabó con caídas del 4% y unas ventas de 226 millones de unidades.
Del volumen total de televisores vendidos en 2016, tan solo 9 millones fueron televisores curvos de los cuales 2,9 millones se enviaron a China. Un año en el que Samsung consiguió vender su primer millón de este tipo de televisores. Una cifra muy limitada pero que aún así supone 2,25 veces más que en 2015 cuando la explosión de esta tecnología estaba en su máximo esplendor.
En 2016 se vendieron 9 millones de televisores curvos
Paralelamente a la evolución comercial de los televisores curvos hemos vivido la de los modelos 4K. Un terreno que, pese al bombo mediático, IHS calculaba que el pasado 2016 acabó con 60 millones de televisores adaptados a esta resolución. Las expectativas para años venideros son aún más positivas: casi 80 millones para este año y 100 millones para el 2018.
Viendo el panorama vemos que, mientras los televisores 4K van ganando adeptos pese a tener muy poco contenido, los televisores curvos no terminan de encajar. Su precio más elevado así como las barreras de espacio que mencionábamos hacen que sean modelos más complicado de poner en el mercado. ¿Conseguirán no ser el siguiente fracaso del sector?
