La cotización de las criptomonedas y en especial la de Bitcoin no cesa de aumentar con máximos de valor que el pasado fin de semana alcanzó 19.771 dólares. El número de transacciones en Bitcoins se ha triplicado en dos años y cada vez más gente usa estas divisas electrónicas, pero ¿está garantizada la seguridad en Bitcoin?
Tan importante como el aumento de valor y de usuarios de Bitcoin, son cada vez más las firmas de canal que empiezan a aceptarlas como método de pago. La última ha sido Craiglist, pero se apuntan otras tan relevantes como Amazon y Square que lo tienen en estudio. Seguramente esperan a tener más claro las cuestiones sobre la elevada volatilidad y la falta de regulación, así como las altas tarifas de las transacciones, motivos por los que otras compañías como Steam han tenido que eliminar el soporte a Bitcoin.
Por otro lado, la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA) ha ido más lejos y ha alertado del riesgo que supone Bitcoin y el sector de las criptodivisas en general, indicando claramente que las “Ofertas Iniciales de Monedas” (ICO, por sus siglas en inglés) no están reguladas, son altamente volátiles, carecen de transparencia y no han sido probadas. Ejecutivos tan importantes como el CEO de JPMorgan Chase, Jamie Dimon, ha descrito directamente a Bitcoin como un ‘fraude’.
Otra de las claves para la adopción de estas monedas virtuales es la de seguridad. El aumento exponencial de la actividad de las criptomonedas no ha pasado desapercibido por los cibercriminales que aprovechan cualquier segmento de éxito para obtener beneficio, en este caso hacerse con el dinero virtual de los usuarios.
Refuerzo de la seguridad en Bitcoin
El canal de la seguridad se ha tenido que poner en marcha para proteger esta actividad y proveedores como G DATA han mejorado las tecnologías proactivas de todas sus soluciones y adaptado su protección anti keylogger a las carteras de bitcoins basadas en PC más utilizadas, protegiendo de accesos y transacciones no autorizadas.
Con más de catorce millones de carteras de bitcoins a comienzos de 2017, se ha registrado un incremento en la actividad y en los programas maliciosos diseñados para atacar las carteras virtuales más populares. Recientemente, el fabricante alemán ha detectado un troyano muy versátil (njRAT) que, además de incorporar funciones de ransomware (en su última versión apodado “Lime Edition”, porque cifra los archivos con la extensión .Lime) y DDoS, era capaz de atacar carteras de bitcoins.
Como la autenticación de doble factor no es de momento obligatoria en los criptomonederos, basta con interceptar las contraseñas o claves privadas que los protegen para completar con éxito la estafa. Frente a esta amenaza, G DATA ha extendido su protección a los monederos virtuales más utilizados, evitando accesos y transacciones no autorizadas.
Las nuevas funciones se incorporaran de forma gratuita a las soluciones de la firma alemana en las actualizaciones automáticas sin necesidad de acciones adicionales por parte de los usuarios.
Un refuerzo importante para la seguridad en Bitcoin, una de las grandes cuestiones a resolver por la criptomoneda. Es conocido que WannaCry, el troyano utilizado para el ataque de Ransonware del pasado en mayo que tuvo el jaque a grandes empresas de 150 países y 200.000 equipos, impulsó el valor de Bitcoin y algunos analistas señalaron que la campaña maliciosa fue instrumentada para manipular al alza el valor de Bitcoin, generando una burbuja temporal que estalló en días posteriores.
Otro punto de ataque directo contra los usuarios están siendo las campañas de phishing aprovechando el tirón mediático de todo lo relacionado con el Bitcoin, haciéndose pasar por web legítimas o software de criptodivisas como blockchain o localbitcoins.
También relevantes las campañas de propagación de malware diseñado para infectar sistemas con aplicaciones de minado. Denominado Zealot, el ataque tiene como objetivo a servidores Linux y Windows vulnerables que no estén actualizados con los últimos parches de seguridad.
En resumen. Bitcoin está al alza y seguramente sea la moneda del futuro también para el canal, pero aún hay muchas cuestiones a resolver como la elevada volatilidad, el coste de las transacciones para el comercio y sobretodo la seguridad.
